HACE algunos años un reputado dirigente sindical de ideología contraria al partido que gobernaba el Ayuntamiento de Málaga, el PP, se lamentaba de las negociaciones que en materia de personal mantenía con el concejal delegado del área. No estaba el sindicado por facilitarle las cosas al equipo de gobierno, pero al final estaba atado. "Nos dan más de lo que pedimos, tenemos que firmar", se lamentaba el negociador sindical. Con los pactos en algunas localidades sucede casi lo mismo. Por ejemplo lo está comprobando en sus carnes Opción Sampedreña, formación cortejada por socialistas y populares para intentar alzarse con la Alcaldía de Marbella. En la negociación con Ángeles Muñoz, los representantes de San Pedro de Alcántara admiten que le han dicho que sí a todo lo que han puesto en la mesa, menos a la petición de que además la regidora en funciones ponga en la calle a tres de sus concejales. Así que la formación, para no entregarse directamente al PP y seguir con el juego a dos bandas con los contrarios, alega que sí, que hay consenso en las peticiones del programa pero que de momento no tienen confianza y ese estado de ánimo no es difícil conseguirlo cuando faltan tan pocos días para que se celebra la sesión de investidura en el Ayuntamiento.