La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Susana convoca elecciones

Hay un argumento universal para adelantar elecciones: la conveniencia del gobernante, y a Susana le conviene adelantar

Ciudadanos ha precipitado las primarias para elegir a su candidato a la Junta de Andalucía. Un simple trámite, en este caso, porque no hay más candidato viable que el sanluqueño Juan Marín. Será ungido por aclamación por ausencia de competidores. La prisa de C's se ha interpretado como la señal inequívoca de que las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina. Que Susana las adelantará, pues.

Pero existe una razón más poderosa para pensar que Susana Díaz no esperará a que la legislatura fallezca por causas naturales, en marzo de 2019: a ella le conviene adelantar los comicios a este otoño. Y en todos los sistemas democráticos que lo permiten y regulan y por parte de todos los líderes políticos, no hay criterio más sólido y decisivo a la hora de fijar la fecha de unas elecciones que la conveniencia de quien gobierna. Convocar elecciones es su potestad y su privilegio.

Sentada esta premisa, ¿por qué le interesa a la presidenta de Andalucía adelantar las elecciones a octubre o noviembre? En primer lugar, porque todas la encuestas vienen pronosticando que su candidatura será de nuevo la más votada, con una mayoría relativa propicia para renovar el pacto con Ciudadanos, que el PP de Juanma Moreno no levanta cabeza y la confluencia Podemos-IU es una incógnita con tendencia al estancamiento. En segundo lugar, porque este adelanto sería casi "técnico", sólo unos meses antes de la duración legal del mandato. Prácticamente un periodo de sesiones menos en el Parlamento. Si Susana se cargó caprichosamente un año de legislatura al romper el Gobierno de coalición con IU -heredado de Griñán- y adelantar las anteriores elecciones a marzo de 2015, ¿por qué va a respetar los cuatro o cinco meses que sobrarían, ahora que su interés partidista le lleva a un adelanto mucho más vendible a la opinión pública?

Pero la explicación fundamental del adelanto electoral está en Madrid y no en Sevilla, en el PSOE y no en los otros partidos: Susana está convencida de que el Gobierno de Pedro Sánchez acabará mal, y quizás más pronto que tarde. Tanto si cede a los chantajes de quienes le han llevado a La Moncloa como si los rechaza. De modo que la marca PSOE-Sánchez será negativa en las elecciones municipales, autonómicas (no andaluzas) y europeas de 2019. Susana ha decidido que el fracaso de su secretario general no la arrastre a ella. Por eso convocará antes.

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