La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Susana y el trío Los derrotaos

Mientras en Canal Sur actuaba el cuarteto juntero, el Whatsapp de Cosidó incendiaba el CGPJ

Cuartetos inmortales. Los últimos de Beethoven. El de la Habana. El de Alejandría. Cuatro tíos de Texas. El de cuatro versos de arte mayor con rima consonante. The Four Brothers. Los amigos de Gines. Los cuatro de Liverpool. The Four Tops. El cuarteto de oro de Leone (trilogía del dólar + Hasta que llegó su hora). La muerte y la doncella de Schubert. Los del Peña y el Masa. Los cuatro de Río Bravo -Wayne, Martin, Brenan y Nelson- mientras los mariachis tocan Degüello. The Modern Jazz Quartet… Y el que actuó el lunes a las 21:30 en Canal Sur. Incomparable. Olvídense de los demás. Este es único e inimitable. Un producto cien por cien andaluz -una sevillana, un sanluqueño, una roteña y un barcelonés hijo de alhaurinos- puesto en escena por "la nuestra", moderado por una malagueña y cronometrado por árbitros de baloncesto supongo que también andaluces.

Viendo y oyendo a los cuatro candidatos tras sus atriles el alma emprendía esa caída que la deja en los pies, el corazón se encogía hasta caber en un puño y otras partes que la corrección hace innombrables se ponían de corbata. Éste es nuestro futuro político inmediato. No hay más donde elegir. Posiblemente Susana + Teresa. Más improbablemente Juan + Juanma. Con el alto nivel de competencias que las autonomías tienen, la economía, el empleo, la educación o la sanidad dependerán de ellos. Y no hay escapatoria. No se puede ni buscar refugio en Gibraltar como hicieron los liberales perseguidos por Fernando VII o los republicanos que huían del franquismo porque hasta la sensata Gran Bretaña está en estos tiempos oscuros como las locas con lo del Brexit. Tampoco cabe esperar nada de Madrid porque si aquí el futuro político está en manos del cuarteto Susana & Teresa y Juan & Juanma, el nacional -con el posible horizonte del 26 de mayo- lo está en las de ese otro cuarteto de oro formado por Pedro, Pablo, Albert & Pablo.

Mientras se celebraba el debate andaluz las tertulias políticas nacionales ardían con el Whatsapp de Cosidó ("controlando la sala segunda desde detrás"), enviado cautamente sólo a 146 senadores de toda confianza, que hacía saltar por los aires el juicio del procés, demolía el poco prestigio que le quedaba al Poder Judicial y provocaba la dimisión del juez Marchena. Dicho a lo Rinaldo de Händel: "Lascia ch' io pianga". Dicho a lo Dante: "Lasciate ogni speranza".

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