Mar de fondo

Julián MOlina

El Tejemaneje Málaga-Sevilla

VENDER es la segunda profesión más antigua del mundo, a veces incluso la primera, y sin duda la más importante. El mundo sería insoportable si todo se valorara en su justo valor, porque en su justo valor casi nada vale nada, a poco que uno lo piense. Por eso es fundamental que haya siempre alguien vendiéndote la importancia de las cosas que no la tienen, evitándote el vértigo letal de caer en la cuenta de que nada la tiene, al precio, eso sí, de llenarte la cabeza, y el trastero, de porquería. Si ha de dar un desengaño muerte, mejor es un engaño que da vida, decía Lope. La religión te vende la vida eterna porque la vida es insoportablemente corta, y uno está dispuesto a comprar cualquier cosa que parezca que la alargue un poco, cueste lo que cueste. Lo mismo que Hollywood vende el triunfo del amor y la justicia, porque sabe que el negocio está en los desenamorados y los maltratados, mucho más numerosos y desesperados. Si la gente pudiera soportar la verdad no existiría la Lotería, ni la Literatura, ni el telediario de la 1. Y por ello el producto más rentable que hay, sin duda, es la ilusión, porque la única materia prima que requiere es una cara que lo resista todo.

Y en ese negocio es hidalgo viejo el alcalde, que nos ha vendido por años la rivalidad Málaga-Sevilla y el ultraje de los socialistas sevillanos a Málaga, pero ahora es el gran promotor del Eje Málaga-Sevilla. Que es cierto que nunca es mal momento para darse un mal golpe y ver la luz, como Saulo, pero también que queda la posibilidad de que esto del Eje no sea más que una abreviatura de tejemaneje, el Tejemaneje Málaga-Sevilla. Y la cosa vaya de lo mismo de siempre, vender ilusión. Vendernos la cumbre con Espadas como si fueran Reagan y Gorbachov, lo mismo que Susana Díaz nos vende que nos protege de todo aunque es cada vez más evidente que no nos protege de nada. Y Rajoy nos vende la defensa de España, aunque no se ha canteado en cuatro años. Y Mas nos vende la defensa de la voluntad del pueblo catalán, aunque la mayoría votó justo lo contrario, hace menos de un mes. Y, bueno, Rivera no se sabe lo que vende, pero sí que nos podría vender lo que quisiera, si no lo ha hecho ya. Y es que curiosamente conforme estamos peor de dinero más cosas absurdas e insustanciales nos venden. O quizá no tan curiosamente.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios