Psoe y Adelante Andalucía abandonan la comisión sobre el coronavirus porque la presidirá Vox. A los populistas, ni agua. Una opción legítima, desde luego. El pequeño problema, un matiz solo, es que Adelante Andalucía es populista y que el PSOE gobierna España en coalición con los populistas de Unidas Podemos. La cuestión no es el populismo, sino que sea de izquierdas o de derechas. Para partidos constitucionalistas lo primero (populismo) debería ser más importante que lo segundo (que sea populismo antisistema o ultra). Vox y Podemos han nacido de la crisis de 2008. Los populismos, sea cual sea su apellido, son incubados por las crisis. No es casual que los años que van de la Primera Guerra Mundial al crack de 1929 fueran la incubadora del comunismo soviético (1917), el fascismo (1922) y el nazismo (1933).

Con gran capacidad de análisis escribió en 1989 el siempre polémico John Gray, autor de Misa negra. La religión apocalíptica y la muerte de la utopía y del reciente artículo ¿Otro apocalipsis? publicado en España por El País: "Nuestra época es un tiempo en el que la ideología política, tanto la liberal como la marxista, tiene cada vez menos peso en los acontecimientos, y lo que se enfrentan son unas fuerzas más antiguas, más primordiales, nacionalistas y religiosas, fundamentalistas y, tal vez, pronto malthusianas". Añadan la izquierda populista y verán que no se equivocó mucho. 31 años después escribe Félix Flores en La Vanguardia: "Una enorme profusión de propaganda y de mensajes extremistas en plataformas y canales digitales (…) ha estado ganando, a cuenta de la Covid-19, nuevos adeptos para la extrema derecha más violenta y para el yihadismo, con llamamientos a socavar el orden -o el desorden- mundial y facilitar su destrucción para que emerja uno nuevo". Y cita los avisos del coordinador antiterrorista de la Comisión Europea para "evitar que la actual crisis sanitaria y económica derive en una crisis de seguridad" y del secretario general de la ONU sobre un "tsunami de odio y xenofobia" que aproveche la pandemia y sus efectos.

En esta situación cabría esperar más unión entre el PSOE, el PP y Cs -ya lo sé: es pedir demasiado a la débil y egoísta clase política actual- y más coherencia: el PSOE no puede gobernar con Unidas Podemos, pactar con Bildu y después abandonar una comisión porque la preside Vox. Ya saben lo de teta y sopa.