En tránsito

eduardo / jordá

Tiempos pasados

LEO en algún sitio una entrevista con Robe Iniesta, el cantante de Extremoduro. En un momento dado se le pregunta por la situación política actual, e Iniesta hace estas declaraciones: "Me parece esperanzador que se meta gente nueva y más idealista. Antes, en España, en los 70, en la Transición, había políticos idealistas que soñaban con cambiar el mundo, pero la llegada del dinero lo cambió todo: se llenó de trepas". Ante todo, me sorprende que alguien que habla desde una perspectiva más o menos contracultural valore bien la Transición, porque últimamente toda la gente que va de cool y de modelna parece haberse puesto de acuerdo en criticarla y denigrarla. Ahora bien, ¿qué es eso de la llegada del dinero después de los años 70? ¿Es que no había dinero durante el franquismo? ¿Es que todo el mundo era íntegro y austero antes de 1970 y dejó de serlo después? Por favor, no me hagan reír.

Está visto que al alcanzar una determinada edad -Robe Iniesta tiene 52 años- todos tendemos a idealizar el pasado y a perder la perspectiva con que se deben juzgar los hechos. A finales de los 80, cuando tenía más o menos 50 años, Bob Dylan compuso Political World, una canción en la que decía que no había lugar para el amor en este mundo, porque "vivimos en una época en que los hombres cometen crímenes/ y los crímenes no tienen rostro". Le tengo una enorme admiración a Dylan -el Bach de la música popular de nuestra época-, pero esa canción es un disparate. ¿Es que no había enamorados en 1989? Y yendo más allá, ¿qué época histórica no ha tenido crímenes sin rostro? Porque uno se pregunta si 1989 podía ser muy distinto de 1959 o de 1889; o, ya puestos, de 1489. Pero, aun así, en todas esas épocas hubo enamorados más o menos felices, que convivieron con los crímenes sin rostro que quedaron impunes y con la codicia y la maldad de mucha gente, pero también con los ejemplos más puros de bondad y de sacrificio. La vida tiene la curiosa costumbre de ser así: dual, paradójica y compleja. En todas las épocas.

Todos tendemos a quejarnos de la época que nos ha tocado vivir, pero no es verdad que vivamos tiempos peores que otros. En absoluto. Y en Europa podemos decir con orgullo que cada época histórica ha sido un poco mejor que la anterior. Es más, incluso esta época de recortes y retrocesos es mejor que todas las anteriores. Que yo sepa, sigue habiendo miles de enamorados. El matrimonio gay es legal. Los crímenes tienen rostro. Y algunos criminales económicos hasta van a la cárcel. No es poco.

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