Gafas de cerca

josé Ignacio / Rufino

Tiernas hienas

TODOS alguna vez hemos hecho pasar un mal rato en el colegio a otros escolares, y viceversa. Sin embargo, hay niños profesionales de molestar, insultar, pegar y hacer la vida imposible a los que ven débiles o tienen algún defecto. Estos niños y adolescentes que acosan como norma tienen muchas papeletas para ser unas malas personas de adultos y, en muchos casos, vienen avalados por la mala condición de sus propios padres. El acosador también compra muchas papeletas para ser un desgraciado: cerdos y San Martín, hay una ley que nos advierte de que siempre hay un hijo de mala madre (o padre) mayor que un canalla reputado. No se trata por fuerza de hijos en familias desestructuradas: aun recuerdo a los progenitores de una niña de mala ralea en un modélico colegio concertado que, al ser informados por los padres de otra menor insultada por "gorda" y "guarra" a diario por su bicho de largos apellidos, reaccionaron amenazando con una demanda por injurias contra su menor. Su pequeña hiena. También es común la postura selvática y cínica de algunos padres que se sienten orgullosos del depredador de recreo e internet de su mismo nombre, y tiran de comodín: "La vida es dura". Les falta exigir: "Dadle las gracias a mi júnior, y pedid cita en el jodido psicólogo".

Hace unos días se nos encogía el pecho al recordar a aquella niña de Gijón que acabó por tirarse de un acantilado porque ya no soportaba el acoso de dos listas sin alma de su colegio, que la llamaban bizca y muchas otras cosas. Desgarra pensar lo que debió pasar la chica y la tristeza y culpa insondables que sufrirán sus padres ya de por vida. A las dos menores acusadas de inducir al suicidio las han castigado a cuatro meses de tareas sociales.

En un país nada imaginario, llamado Finlandia, hacen cosas contra el acoso escolar cuyos resultados desde que comenzó un programa en 2006 son impresionantes. Se requiere compromiso activo de profesores y alumnos, y la esencia del método es lúdica. Deben hablar sobre ello abiertamente: así privan a los acosadores del premio social que otorga el llamado bullying. Los datos son apabullantes y se los ahorramos aquí (Programa KiVa, busquen). Sólo un dato contundente: en 2009 la iniciativa fue reconocida con el Premio Europeo de Prevención del Crimen. Porque se trata de comportamientos criminales, aunque los perpetren pequeños o aún tiernos jovenzuelos. Las penas ya vemos cuáles son: los jueces aplican la ley. Es urgente prevenir. Piense en su hija, su nieto o su sobrina. O en cualquier pequeño anónimo y vulnerable.

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