De la Torre en su ecuador

Ha logrado que casi nadie se atreva a preguntarle si éste será su último mandato. Más bien se da por hecho lo contrario

Una de las evidencias que marcan los mandatos del alcalde de Málaga es que cuando está convencido de una idea no renuncia a ella. Como la energía, no se destruye, lo máximo es transformarla, acepta un envoltorio alternativo, pero sin discutir el fondo. En su dilatada trayectoria, algunos concejales que han trabajado con él no supieron entender su personalidad. Expusieron su parecer sobre algún asunto en el que el alcalde mantenía una opinión contraria y al comprobar su aparente receptividad sacaron la conclusión de que el munícipe había variado su opinión. Craso error.

La última en sumarse a esa larga lista ha sido la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Noelia Losada. Divulgó una conversación con De la Torre que daba a entender que éste renunciaba a levantar un inmueble en la Plaza de la Merced y apostaba por los restos romanos. Al silencio desde la Alcaldía le siguió el matiz. Renuncia al proyecto actual que ganó el segundo concurso de ideas, pero quiere un edificio público. Losada intentó resituarse. Si la edificación es pequeña, no pasa nada. Vuelta a empezar. Hace ya casi tres lustros el alcalde impulsó el Museo de los Museos. La penúltima crisis económica lo devoró. La interminable historia de La Merced arrancó con el propósito de ampliar el espacio de la Casa Natal de Picasso. Y ya hemos visto lo que ha dado de sí estos años. Las ideas de Francisco de la Torre no mutan, se acomodan. Sólo espera su momento para poder ejecutarlas.

El 26 de mayo se cumplió el ecuador de su mandato. Ya casi nadie se atreve a preguntarle si será el último. Más bien se da por hecho lo contrario: que volverá a repetir. Su partido ha aprendido la lección y ha extirpado ese debate de raíz que tantos quebraderos de cabeza le dio en el pasado. Juanma Moreno intentó colocarlo de diputado en Madrid para que renunciara a la Casona del Parque. La secretaria general del PP, Patricia Navarro, llegó a proclamar que Elías Bendodo sería el cabeza de lista en las elecciones municipales de 2019. Y ya se vio. De la Torre tampoco fue un personaje inocente en aquellas maniobras. Dio a entender que estaba dispuesto a facilitar el relevo si le ofrecía una salida que le gustase.

Ahora está en el proyecto del eje litoral, el auditorio en el puerto y la transformación de Muelle de Heredia. La apuesta por las posibilidades económicas de los terrenos del recinto ferial, un despilfarro por diez días al año. El recurrente suelo del Astoria y la ambición por la exposición internacional para 2027. Y ese goteo de proyectos digitales, de Google a Vodafone, vitales para cambiar el modelo de Málaga. Y, que nadie lo olvide, quiere que su opinión sobre su sucesor sea determinante. Si es que el PP se atreve a proponerle otra vez que no siga.

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