El zoco

juan lópez cohard

Total, 'na de na'

De nada le ha servido a Pedro Sánchez el efecto Illa en Cataluña. Ha logrado que dejen de votar casi la mitad de los electores catalanes por miedo al contagio y también ha logrado que el bloque independentista tenga más escaños que tenía antes. Total, na de na. Todo sigue igual o peor.

Y todo eso en una semana marcada por la "democracia plena" o "de pena" que, según dice Pablo Iglesias, tenemos en España. Todos los dictadores le pusieron un calificativo a sus democracias. Lenin se inventó la "democracia socialista" que no era otra cosa que el "gobierno del partido comunista", ya que no había otro permitido. Sin ir más lejos, no se diferenciaba mucho de la democracia que Franco bautizó como "democracia orgánica". Esto es, el pueblo podía votar a quien quisiera que a él le saliese de sus órganos: un representante por el tercio familiar, otro por el tercio municipal y otro por el tercio sindical.

Los comunistas latinoamericanos se han inventado la "democracia bolivariana" que permiten un simulacro de oposición pero encarcelada de vez en cuando, y si pierden el control de la Asamblea Nacional, el dictador nombra a dedo a una Asamblea Popular y les corta el rollo, el mismo que cortó en Cuba Fidel Castro. Como cantaba Carlos Puebla: "Aquí pensaban seguir, jugando a la democracia, y en eso llegó Fidel. Se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó parar." Pues, no es que antes existiese una democracia envidiable, pero a partir de Fidel llevan más de 60 años bajo la bota hereditaria del totalitarismo y con más hambre que los herbívoros en el polo. Y, ahora en España, Iglesias se ha inventado la "democracia plena" que es la suya.

Otro debate inacabable en nuestro país es el de la libertad de expresión. Cada uno la entiende según el que la utilice y cómo la utilice. Si se cisca uno en la Corona, la bandera de España, los militares, etc., es libertad de expresión, pero si alguien critica que Echenique ha sido condenado dos veces por fraude o Iglesias ha colocado a su pareja de ministra y a la niñera de jefa de gabinete adjunta con un sueldo público de 52.000 euros al año, eso no es libertad de expresión, eso son ataques de la maldita prensa privada a la que habría que nacionalizar.

Creo que la libertad de expresión es un derecho que, como todos, tiene sus límites. Me la sopla que quien cometa un delito insultando o atentando contra las convicciones de los demás de forma alevosa, sea un rapero, un artista o el obispo de Guayaquil, pero quién lo haga, lo debe de pagar con arreglo a la ley. Aunque, por otra parte, pienso que si deja de ser delito para las expresiones artísticas, esto es, que pueda uno ciscarse en quién quiera con arte, como no soy cantante ni actor, lo haría encantado en verso que aunque no soy poeta intentaría hacerlo con cierto primor. Vaya un ejemplo: "Mis residuos de truño, dense por excretados / sus señorías: presidentes, ministros y diputados, / así como sus pingas progenitoras, / para que de mí se acuerden a todas horas. / Que mi menda está hasta los redaños / de pagarles el sueldo todos los años. /¡Váyanse todos a los residuos de truño / y que les den con vergas como puños!

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