La pandemia ha forzado a acometer obras de infraestructuras sanitarias que se llevaban postergando demasiado tiempo. Las ampliaciones de las UCI del Clínico y el Regional son dos ejemplos. En el primer caso ha pasado de 18 a 38 camas. En el segundo, de 40 a 57. Son obras obligadas por la crisis del coronavirus. Incluso el recién construido Hospital de Ronda, cuya Unidad de Cuidados Intensivos tenía media docena de camas, ha hecho una reforma para añadirle dos más. Este es, sin dudas, el único aspecto positivo de la pandemia; que está impulsando proyectos necesarios que nunca se abordaban.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios