SUELE decir la presidenta de UPyD que no le gusta que se diga que es el partido Rosa Díez, pero lo es, y es su principal problema aunque los militantes de UPyD están encantados de que así sea, no hay más que ver el respaldo que ha logrado en el congreso celebrado este fin de semana. Un problema, porque cualquier político experimentado, y Rosa lo es, sabe que un excesivo personalismo puede ser letal para un partido porque ante cualquier contrariedad, cualquier disidencia que provoque el abandone del líder, el partido se viene abajo.

UPyD provoca filias y fobias. Rosa Díez es una espléndida comunicadora que además cuenta con una cabeza muy ordenada, pero prácticamente tiene sólo dos banderas: el antinacionalismo y la lucha contra ETA. Eso sí, las defiende como nadie, sabe expresarse como nadie, sabe decir lo que la gente espera oír de un representante político y en las tertulias de televisión y radio es sin duda la que con mayor eficacia responde a sus adversarios y coloca su mensaje. De ahí las fobias, es demoledora con quien le lleva la contrario. UPyD se ha venido abajo en varias comunidades y los que abandonan lo han hecho siempre por la misma razón: no soportan el personalismo de Rosa Díez y que no acepte las discrepancias. Por otra parte proceden las fobias también de quienes conocen su trayectoria política, en la que ha habido no poco oportunismo y en la que en tiempos mantuvo posiciones de las que ahora abomina.

Los sondeos indican que su partido va para arriba y que Díez es una de las dirigentes políticas mejor valoradas. Cuenta además con el respaldo de influyentes medios de comunicación que la tienen entre sus favoritas. Lo que también es un tanto a su favor, porque significa que su poder de convicción alcanza a las altas esferas de los que se autodenominan "cuarto poder" y lo ejercen.

Sin embargo, cae Rosa Díez en los mismos charcos que sus adversarios: vende caro su apoyo y ahí está el ejemplo de Asturias, aunque acaba de tomar una decisión que le da puntos y que permite olvidar que ha gobernado con una izquierda que defiende lo que ella contundentemente rechaza, y además su único diputado se ha rodeado de asesores, militantes de espléndido salario.

Tiene mucho en su haber, sacar adelante un proyecto contra viento y marea, campañas imaginativas para paliar la falta de fondos, intuición para saber a quién aceptar de los muchos dirigentes y militantes del PP y PSOE que ahora se le acercan y, desde luego, sabe cómo plantar cara a los filoterroriatas. Pero ..