Universos paralelos

En el PSOE no están contentos, pero empieza a ser necesario un debate sobre cómo ilusionar a los desilusionados de Podemos

Explica Shameless que en cualquier convocatoria electoral se demuestra la incapacidad de los participantes para reconocer los resultados adversos, incluso cuando se han podido tener buenos resultados parciales. Esto, que puede justificarse cuando a la selección nacional de rugby le pasa por encima los All Blacks y bastante hace con aguantar hasta el final, resulta contraproducente en el debate político, pues es percibido por la ciudadanía como un desesperado intento de hacer lo blanco negro. O lo que es peor, como una prueba incuestionable de que el político de turno analiza nuestra realidad desde el universo paralelo en el que habita.

El primero de estos posibles análisis se sustenta en la negación. Después de la inestimable colaboración de Vox para que el PP no quedara el último en Euskadi, Carlos Iturgaiz se ha mostrado satisfecho de su resultado porque ha ganado "a las encuestas". Como le daban por desaparecido, pasar de nueve a cinco diputados no está mal. Aunque haya tenido que compartirlos con Cs, a quienes le pintaban peor futuro. Volviendo al símil del rugby, está contento porque podrá celebrar el tercer tiempo en una sociedad gastronómica con todos los huesos sanos. Satisfecho con lo logrado, la tristeza del PP es por el mal resultado de sus oponentes, PSOE y Podemos, a quienes García Egea recrimina que hayan dejado el parlamento vasco en manos de los nacionalistas. Como los socialistas han ganado uno y los populares, perdido cuatro, se concluye que la preocupación es por el fracaso de Podemos. Vivir para ver. Aunque tampoco está claro, porque en Galicia están encantados con un PSOE que, como en Euskadi, sólo ha conseguido un diputado más y un Podemos desaparecido que han dejado de segunda fuerza parlamentaria a los nacionalistas.

Frente a la opción de la negación, el análisis de Iglesias adopta un segundo enfoque, más intelectual y universitario, y llama a la reflexión. Lo que invita a pensar que es capaz de ver el problema en su verdadera magnitud, aunque sea desde su universo particular. Y como cualquier reflexión profunda, esta debe ser sosegada, el líder morado inició la reflexión con las elecciones generales de 2016 sin que hasta la fecha haya obtenido resultados. En el fondo, más de lo mismo. Aunque no haya ido mal del todo, en el PSOE no están contentos, pero empieza a ser necesario un debate sobre cómo ilusionar a los desilusionados de Podemos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios