Desde la madriguera

Ignacio del Valle

Veintena aumentada

En los predios de la madriguera submarino neotiesa se alzan las voces tras la siesta. Es llegar las seis de la tarde y las almas creativas perpetran y comparten sus mejorables artes. Al final de todo esto nuestros inquietos vecinos se habrán convertido en auténticos virtuosos de dar la brasa a todo volumen a su cautivo, que no cautivado público. Al recital de piano le sigue el ensayo de redobles cofrades. Nos salva la hora, puntual,  de los aplausos Fradejas por los balcones, con mucho ánimo sanitario. Tengo la sensación de que pasan lista y siempre finaliza el homenaje con un bis de vivas a España grande y contagiada. A las nueve repartimos unos rayos de linterna en solidaridad con los autistas en su día. Una perfomancia mixta con luz y banda sonora de cacerolada “Le Creuset”, cocinada a fuego muy lento con las noticias del parte. Sí, el parte de la guerra contra el coronavirus de la televisión. Nos comentan las cifras y comparativos de la desgracia con títulos sobreimpresos con realidad aumentada a todo 3-D. La realidad aumentada RA aúna las virguerías tecnológicas que añaden elementos virtuales a la realidad física. En el caso de los noticieros presentan los gráficos y guarismos guarros, amueblando la espectacularidad de la noticia audiovisual, por si no tuviéramos poco con el miedo que mete el hombre del sacovid19. Y lo más paradójico: se utiliza la realidad aumentada para disminuir el impacto psicológico del status quo en un equilibrio razonable. Por una parte, la necesidad de concienciar al empadronaje confinado y confitado en su repostería hogareña. En el otro extremo,  la crónica de un desastre que se comienza a controlar a las bravas con mucha rodomontada voluntariosa. Y así te quedas con el regusto naranja amarga de una veintena aumentada de días en un estado de ánimo bipolar.

 

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios