Viernes sin corbata

Tendremos que disminuir nuestro consumo y compartir las enormes reservas estratégicas de España

En el año 2004 los científicos de origen ruso Andre Geim y Konstantin Novoselov descubrieron el grafeno y su forma práctica de fabricarlo. Durante los viernes sin corbata en la Universidad de Manchester, lograron materializarlo capturando repetidamente trozos de grafito mediante una cinta adhesiva, y así desarrollaron el método por el que seis años después les concedieron el premio Nobel de Física. Como puede verse hay personas a las que los viernes sin corbata les permite alcanzar grandes logros para la humanidad y otros que se quitan esta prenda para decir que ahorran energía no poniéndosela. Pero de todo debe haber en la viña del Señor.

Desde inicios del presente siglo hay una fuerte corriente crítica en Estados Unidos sobre los mensajes grandilocuentes de los políticos hacia las masas. Son ideas simplistas de cómo comportarse públicamente, aunque ellos mismos no las cumplan. El principio se denomina "Do as I say, not as I do" (haz lo que yo digo, pero no lo yo que hago), lo que hipócrita y resumidamente indicaría algo así como "limítate a cumplir mis órdenes". Eso es lo que nos invita a pensar esta mezcla de autobombo y vanagloria personal cuando nos plantean que ahorremos energía mientras ellos recorren una decena de kilómetro en el helicóptero Super-Puma. Esto nos retrotrae a aquel candidato a presidente Al Gore cuando pontificaba sobre el cambio climático antes de marcharse en su jet privado Gulfstream.

Hace unas semanas el gobierno se mostraba intransigente con la idea europea de ahorra gas en nuestro país. Era evidente que esa postura maximalista era la antesala de una aceptación inmediata de las imposiciones comunitarias, como ya nos tienen acostumbrados. Ahora tendremos que disminuir nuestro consumo y, mucho más importante, compartir las enormes reservas estratégicas con las que cuenta España. Recordemos que, durante casi todo el siglo XX, se han construido en nuestro país almacenes subterráneos de gas licuado que contienen más de la tercera parte de todas las reservas de Europa. Esto, unido al hecho de que España posee en su subsuelo unos recursos propios de gas que le permitirían su suministro durante casi 70 años, nos convierte en un actor principal en el escenario actual. Pero, mientras prohibimos en nuestro territorio las prospecciones mediante fracking, seguimos comprando a Estados Unidos el gas que extrae con dicha técnica. Vivir para ver.

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