Diccionario de campaña

Virgencita, que me quede como estoy

El Partido Socialista gana, de largo, las elecciones europeas en Málaga. El Partido Popular gana las elecciones municipales en Málaga.

Siglas.- El Partido Socialista gana, de largo, las elecciones europeas en Málaga. El Partido Popular gana las elecciones municipales en Málaga. 75.000 votos de ventaja del PSOE en europeas; y 35.000 votos de ventaja del PP en locales. Es una paradoja muy reveladora. De hecho, en las elecciones municipales no siempre se votan siglas, sino nombres propios. Y son marcas personales: De la Torre ha ganado con la marca De la Torre, incluso tapando las siglas del PP, saliendo a proclamar su sensibilidad de centroizquierda y a la vez haciendo guiños a Vox. El alcalde de Estepona, a quien él quiso fichar de nº2, el alcalde de Estepona, roza el 70% de los votos; mientras el PP allí, en las europeas, sólo un 35%.

Banquillo.- El PSOE ha pagado llevar años descuidando el banquillo en Málaga. Su elenco de nombres era poco competitivo; por decirlo suavemente. El efecto Moncloa no compensa ese lastre. Y ahí sigue la nomenclatura provincial sin asumir esos fracasos.

Delatorrismo.- El éxito personal del alcalde es extraordinario. Casi veinte años después, se trata de una machada imponente. Lo sucedido en Madrid ensombrece el protagonismo de Málaga, hasta ahora la mayor ciudad gobernada por el PP, pero es un hito. De la Torre ha logrado identificar el cambio en Málaga con él mismo, con un providencialismo discutible pero ganador. El delatorrismo.

Calendario.- El fracaso de la derecha el 28A también ha beneficiado a De la Torre y otros alcaldes al propiciar un repliegue del voto conservador hacia su marca histórica: el PP.

Jardazo.- Ciudadanos aspiraba al sorpasso y se ha quedado en un jardazo. En Málaga capital, un mes después del 28A, donde sí logró sorpasso, ha sufrido un revolcón formidable que deja a su candidato, Juan Cassá, seriamente tocado. Valga la ironía: al borde tener que cortarse la coleta.

Cambio.-Después de 25 años, el PP conserva Málaga. Sucede después de un mal mandato, y concurriendo a las elecciones con una lista de prestigio discutible… pero De la Torre ha impuesto su ley y además casi octogenario. La fuerza de la alternancia es una clave de la democracia, para revitalizar y regenerar; pero el conservadurismo (Virgencita, que me quede como estoy) pesa. Funciona mucho la lógica del ‘más vale malo conocido…’, y más cuando no es tan malo. Al revés.

Diputación.- A pesar del presupuesto y la influencia de la Diputación, el poder allí se gana por efecto derivado de las municipales. No se premia o se castiga su gestión, sino la gestión de los alcaldes. Esto resulta poco justo, como en el caso del PP con un balance estimable –saneamiento económico, revitalización institucional– desde que se hizo con ella ocho años atrás.

Fachada litoral.-El dominio espectacular de la derecha se presta a la ironía de la fachada litoral como ecosistema de fachas. La realidad es que el eje litoral-interior se acentúa.

Recuentos.- Los recuentos ponen fin, por fin, a los cuentos.

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