EL ministro de Fomento, José Blanco, y el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, iban a viajar hoy a Málaga para, entre otras cosas, firmar un protocolo que impulsara la creación del tren litoral. El PP puso el grito en el cielo al entender que se trataba de una maniobra electoralista e incluso puso un recurso ante la Junta Electoral Provincial por infringir supuestamente la Ley Electoral. La visita ha sido la comidilla de los políticos durante todo el fin de semana. El sábado presentó el PP su programa electoral y su candidata al Congreso, Celia Villalobos, culpó a Blanco de "tomar el pelo" a los malagueños. Ayer le preguntaron sobre la misma cuestión y aseguró que la firma de ese protocolo de intenciones era un "chiste" y una "pantomima". Por otra parte, desde el PSOE se defendió todo lo contrario. Trinidad Jiménez, candidata socialista al Congreso, aseguró que no se incumpliría ningún precepto de la Ley Electoral y su número dos y secretario general provincial, Miguel Ángel Heredia, dijo que "lo importante no es el acto en sí sino que se dé el paso que necesita la provincia para que el tren litoral sea una realidad". Finalmente, y previsiblemente por evitar problemas, tanto Blanco como Griñán anularon ayer por la tarde el acto en Málaga.

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