Luces y sombras

Antonio Méndez

Zapatero 'paga' las multas y un sarcófago

OPINABA hace unos días en una pequeña reunión en Málaga uno de los personajes insignes de nuestra Transición que el mejor Zapatero es el actual, decidido por fin a encarar la complicada realidad económica de este país. El problema son los jirones de credibilidad perdidos en estos años de negación intensa del problema en aras de un ensalce bobalicón del optimismo como fuente de riqueza. No sé si el protagonista pensará hoy lo mismo, o incluso mejor, del líder gubernamental tras su decisión de retrasar dos años la jubilación.

Pero no es éste el objeto del artículo. De ZP entre cheques-bebé y 400 euros de toma y quita de la nómina, los ayuntamientos han heredado un plan que popularmente lleva su acrónimo para intentar reactivar el mortecino empleo en esta crisis.

Ahora cumple su segunda edición, con mejoras respecto a la primera. A los consistorios se les permitirá destinar parte de estos fondos estatales a gastos corrientes, es decir, a comprar y no sólo a llenar las calles de pequeños tajos con desigual resultado.

Ya conocemos las intenciones del equipo de gobierno de la capital. En total, 108 proyectos por valor de casi 8 millones de euros, que esperan el sí del Gobierno central. Recalcan los autores que la treintena de iniciativas propuestas persiguen la sostenibilidad y la modernización tecnológica. Pero no sé qué dirán los asesores del líder socialista cuando conozcan que bajo ese eufemismo el Ayuntamiento cuela, por ejemplo, la adquisición de PDA para multar mejor a los ciudadanos. Es lo que precisa Zapatero, unas gotas sostenibles para aumentar su actual popularidad. Claro que De la Torre sabe tejer la madeja. También ha solicitado 25.000 euros para una partida que en Moncloa no hay fontanero que se atreva a rechazar: el alcalde ha solicitado esa cantidad con cargo al Plan ZP para un sarcófago de la memoria histórica.

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