El opinómetro

@jjblanesmalaga

¿Y ahora qué?

Hoy los alcaldes ya no serán en funciones, hoy deben empezar a funcionar, pero con reglas nuevas en muchos casos. El panorama pinta divertido.

HAY ALCALDES CON MAYORÍAS ABSOLUTAS.- Estos serán los ayuntamientos más aburridos. La experiencia con corporaciones municipales en esta situación nos dice que durante cuatro años se utilizará el denominado “estilo rodillo”. Cuenta la leyenda que una vez, hace tiempo, uno de estos alcaldes consideró una idea de la oposición válida y la utilizó. Es posible que hagan una serie sobre semejante acontecimiento.

 

HAY ALCALDES CON VOTOS PRESTADOS.- Como en el caso de Málaga capital. Don Francisco de la Torre tendrá que cumplir con lo firmado, negociar con la oposición, llegar a entendimientos… Suena bien, aunque las declaraciones de Juan Cassá “entendemos que todo lo que sea una reducción de cargos de confianza tiene que ser de forma paulatina” invitan a pensar que a don Francisco se le da bien torear. 

 

HAY AYUNTAMIENTOS.- En los que dos partidos se han puesto de acuerdo para desbancar a la lista más votada y gobernar ellos. Este tipo de matrimonios, aunque comunes, terminan muchas veces con uno de ellos poniéndole los cuernos al otro, con lo que eso molesta. En cualquier caso deberán fingir amor, o al menos respeto, para no terminar en un doloroso divorcio con sus votantes.

 

HAY TRIPARTITOS.- Que es como el matrimonio de conveniencia pero con el amante incorporado. La ventaja sobre los ayuntamientos gobernados por dos partidos es que nadie espera demostraciones de amor incondicional en el trío. Con que no se maten casi se conformarán sus ciudadanos.  

 

HAY CUATRIPARTITOS.- Que más que matrimonio es rollo relación abierta y promiscua. Sinceramente la idea de que cuatro formaciones políticas sean capaces de no abrirse la cabeza, metafóricamente, durante cuatro largos años se antoja difícil aunque cosas más raras se han visto. No, no se han visto cosas más raras. Desconozco si existe algún ayuntamiento con cinco fuerzas coaligadas para gobernar, si existe alguno un fuerte abrazo a sus gentes.

¿Y ahora qué? En mi opinión nuestro deber es recordar todas y cada una de las promesas que se hicieron en campaña, para, en el caso de incumplimiento, cambiar nuestro voto en las próximas elecciones. O sea, que lo de siempre. 

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios