Los alegres 2000 y los tristes 2020

Unos mil millones de euros costarían tres de los grandes proyectos de futuro a los que aspira Francisco De la Torre

Dos décadas después del inicio del nuevo siglo, la realidad nos ha devuelto a un escenario en que parece impensable acometer a corto y medio plazo un nuevo proyecto de infraestructuras para Málaga. En los albores de los alegres años 2000, todo parecía posible. La Confederación Hidrográfica del Sur se ufanaba al presentar el gran proyecto de urbanización del río Guadalmedina, capaz de someter al pantano del Limonero, para convertir el cauce en una carretera para que circularan al por mayor coches y transportes públicos. El Gobierno andaluz se atrevía a liderar el tren el tren litoral para unir definitivamente Málaga con Marbella, incluso mediante la alta velocidad o, en su defecto, la velocidad alta. Nadie se asustaba de los 5.000 o más millones de euros que representaba ejecutar una obra de esta envergadura, que debía discurrir prácticamente en su totalidad bajo tierra, porque ningún plan urbanístico de las ciudades costeras reservó suelo en su momento para posibilitar la llegada a sus cascos urbanos de un ferrocarril o la ampliación de su actual trazado.

Ahora, la única coincidencia que recuerdo entre PSOE y Ciudadanos, el primero al frente del Gobierno central y en boca del ministro Ábalos y el segundo en palabras del vicepresidente de la Junta, Juan Marín, es que el tren no es urgente. Las dos administraciones rechazan asumir un desembolso millonario para acometer esta actuación. Así que en el triste 2020, al menos en esta materia sólo queda el consuelo de que deben avanzar las obras para ese llamado AVE barato entre Málaga y Sevilla. Un baipás de menos de dos kilómetros para conectar las dos ciudades sin necesidad de llegar hasta Córdoba. 15 millones de euros y 20 meses de ejecución, una partida más discreta y posible de ejecutar.

Unos mil millones de euros, en números aproximados, cuestan las tres grandes obras que planea en su cabeza el alcalde de Málaga: la operación de la expo universal para 2027 si se consigue la designación, la llamada vía perimetral para construir una tercera ronda de circunvalación y el eje litoral, el soterramiento del tráfico a su paso por el centro de la capital y el Paseo de los Curas. Ninguna de estas actuaciones contará con un impulso notable el próximo año. Es más alguna resulta una quimera incluso plantearla. El propio Francisco de la Torre admitía recientemente en unos jornadas sobre infraestructuras organizada por este periódico que es impensable afrontar proyectos importantes sin acudir a la llamada colaboración público-privado.

El propio presidente andaluz indicaba ahora hace poco más de un año que la integración del Guadalmedina sería su prioridad. Pero en estos 2020 habrá que conformarse con un simulador virtual.

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