Cuchillo sin filo

francisco Correal

l andismo

LLUVIA con sol. La tarde parecía un cuadro de Carmen Laffón. Antonio Banderas le presentó a Alberto Rodríguez su propuesta de guión para la próxima película del director de Grupo 7: la historia de ese grupo de actores de teatro aficionado de Málaga cuyo ensayo se vio interrumpido por la algarabía primero y los gritos después de la manifestación del 4 de diciembre de 1977. Policías y banderas. El mismo decorado que ayer se veía en las afueras del Teatro de la Maestranza. El actor propuso un viaje a ese invierno malagueño de 1977. Trazó unas líneas asintóticas entre él mismo y Manuel García Caparrós, le cedió simbólicamente sus premios, sus estrenos, su gloria, su trabajada suerte. 33 años después del 28-F, la Junta necesitaba un mártir. Un Blas Infante de nuestros días, con todos los respetos a aquellas niñas que en Villa Alegría se vieron privadas de su padre un día de agosto de 1936. Porque el terror no entiende de estaciones. Una de esas niñas, María de los Ángeles, esperaba ayer en la puerta a Curro, bisnieto del notario que además de escribir El Ideal Andaluz acuñó himno y bandera.

El conductor del autobús urbano llevaba puesta la radio. El reloj ya había dado las dos y media de la tarde, la hora del parte, y se oía la voz del presidente Griñán en su discurso. Los primeros asientos de este autobús de la línea 14 los ocupaban un músico de Santa Genoveva y una joven ecuatoriana. La voz de Griñán era como un hilo musical. Atracón a las tres. Su fecha de nacimiento se me quedó grabada cuando el actor fue a defender su papel de Sancho Panza en el Quijote de Gutiérrez Aragón que se presentó en el Festival de cine Iberoamericano de Huelva. El ingenioso hidalgo era Fernando Rey, uno de los últimos de Filipinas. Alfredo Landa cumple el domingo ochenta años porque nació el 3 del 3 del 33. El año que Hitler llegó al poder. Como Landa era antisistema, el año que Franco dejó el poder (1975), hizo Los pecados de una chica casi decente, de Mariano Ozores. Antonio Banderas nació en 1960 y en esa década, Landa hizo Atraco a las tres, El verdugo, Ninette y un señor de Murcia o No somos de piedra.

Landa es a los sesenta lo que Banderas a los ochenta. Hemos pasado del landismo al holandismo, a los nuevos tercios de Flandes. En el Maestranza debieron poner un asiento vacío en honor a Mourinho, nuevo Dupont que perdió sus cuatro batallas andaluzas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios