La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

1.004 asesinadas: lo intolerable

Lo hecho no basta y no se puede desahogar la rabia y la pena con el folclore de las manifestaciones

Ciento veintitrés mujeres fueron asesinadas en Francia en 2016, 130 en 2017, 107 en 2018 y 74 en lo que llevamos de 2019. 149 mujeres fueron asesinadas en Italia en 2016, 123 en 2017, 106 en 2018 y 39 en lo que llevamos de 2019. En España fueron asesinadas 49 mujeres en 2016, 51 en 2017, 47 en 2018 y, tras la mujer asesinada ayer en Burgos, 28 en lo que llevamos de 2019. Con esta son 1.004 las mujeres asesinadas en España desde que en 2003 se empezaron a registrar estos crímenes. Realidades de tres países de la muy desarrollada, muy civilizada y por lo que dicen muy solidaria y empapada de los valores de la modernidad Europa del siglo XXI.

Realidades inasumibles, escandalosas, estremecedoras, vergonzosas, que deberían obligar a que se replanteen muchas cosas y se tomen muchas decisiones. Basta ya de manifestaciones que a veces parecen festivas: endurecimiento de las leyes y las penas. Basta ya de autoridades participando en minutos de silencio en las puertas de las instituciones seguidas de un aplauso estúpido que no viene a cuento: medios para, hasta donde sea posible, prevenir el maltrato y garantizar la seguridad de las mujeres. Basta ya de discursos huecos y lazos: abórdese de forma seria la educación en valores desde las primeras etapas formativas y asuman los padres la responsabilidad de educar a sus hijos en el rechazo absoluto a la violencia contra la mujer, y a sus hijas en la denuncia inmediata de cualquier palabra o gesto que evidencie una actitud agresiva.

Represión dura, vigilancia extrema y educación rigurosa: no hay otros caminos. Está claro que lo hecho no basta y no se puede desahogar la rabia, la pena o el horror con el folclore de las manifestaciones o la vacuidad de los discursos. Medios -es decir euros- para garantizar hasta donde sea humanamente posible la seguridad de las mujeres amenazadas, medidas legislativas y punitivas concretas, intolerancia radical frente a todas las formas de maltrato y violencia contra las mujeres. Porque a los asesinatos hay que sumar las muchas formas de acoso sexual y las violaciones. En estos días se desarrolla el juicio contra la manada de Manresa: el 29 de octubre de 2016 seis hombres de entre 19 y 26 años y otro de 39 violaron (presuntamente) a una niña de 14 años. El año pasado las violaciones crecieron un 22,7% en España, produciéndose 1.702 delitos de violación, 315 más que en 2017. Es evidente que algo se ha hecho mal.

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