Una atípica 'road movie' con agorafobia en el Festival de Cine

Una atípica 'road movie' con agorafobia en el Festival de Cine

Una atípica 'road movie' con agorafobia en el Festival de Cine / javier albiñana

La actriz Natalia de Molina emprende un viaje hasta el fin del mundo en busca de su memoria y de su pasado, con el objetivo de recuperar su propia identidad, en 522. Un gato, un chino y mi padre, segundo largometraje dirigido por Paco R. Baños. La película se presentó ayer en la Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga y fue objeto de un cálido recibimiento por parte del público. De Molina interpreta a George, una chica agorafóbica limitada a vivir en un perímetro de 522 pasos, que se ve envuelta en ese viaje tras la muerte de su amado gato.

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