Un aviso muy serio

No sirve confiar en que la amenaza es remota. Se acaba de comprobar que la lotería puede tocarnos con facilidad

Tranquiliza saber que no hay sistema hidráulico capaz de absorber 400 litros de lluvia en una noche. Como los episodios de este tipo, a partir de ahora, serán recurrentes, tal como predice José Damián Ruiz Sinoga, uno de nuestros grandes expertos en la materia, lo único que en consecuencia deberán plantearse los ayuntamientos asentados en zonas de alto riesgo será construir un Arca de Noé y sortear qué privilegiados vecinos podrán ocupar la nave y salvarse, cuando la naturaleza en vez de enseñarnos los dientes decida mostrarnos la mandíbula completa.

Porque existe una coincidencia general. Lo sucedido hace hoy una semana entra en la categoría de los milagros. Pese a que se cobró la vida de José Gil, el bombero antequerano, la magnitud de lo sucedido se podía haber saldado con una catástrofe con daños materiales y humanos mucho más cuantiosos. Algunas insinuaciones de los responsables políticos así lo dejan entrever. Pese los 50 millones de euros en daños, podemos suspirar por la que nos hemos librado. Por ejemplo, si la DANA, la gota fría o el llamado tren de tormenta , se hubiese cebado en la capital.

Pero estos sustos episódicos suelen dejar pocas lecciones en los posos. Los grupos municipales del Ayuntamiento de Málaga, inmediatamente, han solicitado en el Pleno un plan de inversiones hidráulicas para curarnos en salud. En la última gota fría, en febrero de 2016, tras evidenciarse la fragilidad del casco urbano que recibió 140 litros, también se activaron las propuestas para contrarrestar las posibles consecuencias. La única conclusión es que se necesitan unos 150 millones. Así que mejor esperar a que escampe. Sólo las inundaciones del 89 permitieron un respuesta adecuada de la Administración con el proyecto de encauzamiento del Guadalhorce, que ahora se ha demostrado que es insuficiente, y la reposición de las obsoletas canalizaciones subterráneas. Pero el agua de lluvia suele utilizar la misma red del saneamiento y en casos extremos se colapsa con facilidad.

Espero que no sigamos proyectando polígonos y ampliando ciudades en áreas de máximo riesgo. También que la propuesta del Guadalmedina debe contemplar todos los escenarios. No sirve confiar en que la amenaza es remota o el cálculo de probabilidad se cifra en siglos. Se acaba de comprobar que esta lotería puede tocar con más facilidad de la prevista. La naturaleza nos ha dado en las últimas décadas varios avisos muy serios y nunca se sabe si ya ha agotado su cupo.

Tenemos un Ministerio de Transición Ecológica para luchar contra el cambio climático. Un enunciado muy rimbombante que puede hacer muchas cosas, incluso dar subvenciones para las arcas de Noé.

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