El balcón

Ignacio / Martínez

Un banco regional

MIRAMOS mucho a Cataluña últimamente. No estaría mal que volviésemos la vista a casa un momento. Les cuento una obviedad: un gran banco regional sería conveniente para el desarrollo andaluz. Y hay una oportunidad en los próximos meses. Hay que agradecerle al ministro de Economía que nos lo haya recordado esta semana en el Foro Joly. Guindos es un hombre directo. Se le entiende todo; lo que dice y lo que omite. En el foro le preguntaron por Bankia y Banco Mare Nostrum, ambos intervenidos por el FROB. Con una aportación de 1.600 millones, este fondo público tiene el 65% de BMN, donde está Caja Granada.

También puso 22.000 millones en Bankia, 12.000 en Catalunya Caixa y 9.000 en las cajas gallegas. Las dos últimas malvendidas con un mínimo reembolso. El ministro dijo que quiere recuperar lo invertido en Bankia, que tiene una gran confianza en Goirigolzarri y que espera que esta entidad se convierta en el cuarto gran banco español. Es decir que al trío del norte, Santander, BBVA y Caixa, le acompañe en Madrid un cuarto punto de referencia financiero. ¿Ninguno en el sur?

Nada dijo Guindos sobre el destino de BMN, aunque se le repreguntó. Se ha anunciado una posible salida a Bolsa del 25% del capital en marzo, pero los rumores sobre su posible venta son constantes desde el año pasado. El ministro guardó un elocuente silencio. A un servidor le sonó a pronta transacción.

¿Cuándo? No antes de que a finales de mes se conozcan los exámenes que ha hecho la UE sobre la salud de sus bancos. ¿A quién? Hace unas semanas, Expansión publicó un ranking de rentabilidad de la banca española en el que BMN estaba en segundo lugar. En el sector se considera que este banco, que lidera Caja Murcia y en el que están Sa Nostra de Baleares y la caja granadina, es objeto de deseo tras reducir a la mitad plantillas y oficinas, y haber trasladado activos tóxicos al banco malo.

Antes de que engorde a alguno de los tres grandes o a uno mediano habría que recordar a las autoridades regionales y nacionales que Unicaja y BMN formarían un grupo que superaría con creces los 100.000 millones en activos. ¿Y con Cajasur? Aquí tienen Susana Díaz y Juan Manuel Moreno un asunto de Estado de calado que los saque de las peleítas: dar el impulso político a la creación de un banco regional, comprometido con el desarrollo del territorio, bien implantado en todo el sur de España, que llegaría hasta Castilla y León y Baleares. Para liderar el proyecto, deberían además encontrar un Goirigolzarri andaluz.

La concentración de las cajas andaluzas naufragó en las últimas décadas porque hubo demasiados personalismos y localismos. En los próximos meses se jugará un partido importante para el peso que Andalucía tenga en la futura articulación de España. En varios frentes; también en éste. Será la última oportunidad para que la comunidad autónoma juegue fuerte en el mapa financiero español que está a punto de cerrarse.

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