La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

El brócoli

Los partidos hablan de lo que les conviene hablar, pero no siempre de lo que interesa a los electores antes de ir a votar

La revista Science ha publicado un estudio que confirma las dotes anticancerígenas del brócoli. Según los científicos, en la crucífera hortaliza hay un compuesto natural que inactiva un gen clave en varios tipos de cáncer. El problema es que habría que comer 2,7 kgs. al día para que la cobertura del mini arbolito, hervido o a la plancha, iniciara su régimen protector en nuestras vidas. Ser capaz de soportar esa ingesta ya no es un problema de la ciencia, sino de nuestra paciencia para deglutir el insípido elemento en tal cantidad diaria.

No se sabe si hay estudios serios que concluyan cuantos mítines, besos y abrazos exige una campaña electoral para cambiar el voto. Siquiera si hay algún despistado que ocupe su tiempo en esa pérdida de tiempo. Con la de universidades americanas que hacen estudios hasta de quienes hacen estudios, sería interesante saber para qué valen las campañas electorales, si deberían cambiar su formato dado el avance de estos tiempos de la globalización y redes sociales. Si entre abrazos, cañas, clavelitos gratis y sonrisas con o sin bolígrafo o mechero de regalo, hay algún complacido elector que decida cambiar su elección tras ver candidatos gastando inusitada amabilidad con el propietario del voto.

Como el estudio del brócoli, sin aspirar a la misma utilidad biológica, sería de interés saber antes de votar con qué pacto posterior iríamos más sanos de salud en los siguientes cuatro años; qué pacto de los posibles sería menos perjudicial para nuestra integridad presupuestaria familiar; cual herirá menos nuestra exigua economía, y con qué matrimonios políticos seremos menos convidados de piedra y más invitados de salón.

Los partidos en campaña hablan de lo que les conviene hablar, pero no siempre de lo que interesa a los electores saber antes de ir a votar. Pedro Sánchez nos ha "premiado" tras su triunfo electoral prometiendo a la UE un atraco fiscal a los españoles de 20.000 millones de euros, de lo cual no dijo ni mú en campaña, por si la gente le diera por no votarlo de haber conocido sus intenciones. La dieta va a ser obligada más que necesaria. Nos vendrá bien el brócoli hervido dado el ambicioso proyecto vampiro de nuestro singular presidente, chupándonos la sangre de la nómina sin reparo ni retraso.

Y Canal Sur que aún sigue tal como la dejó Susana Díaz. Directivos interinos (más de seis años ya), y audiencias a la altura del zapato. Poco brócoli en esa dieta; demasiada grasa aún para el presupuesto.

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