Una buena capa

Pretenden que los ERE se conviertan en el gran elemento sobre el que debe girar toda la política andaluza

El gobierno de la Junta de Andalucía tiene vocación de oposición. Lo mismo que el PSOE, habituado durante tantos años a dirigir la política andaluza, no acierta a acoplarse a su nueva situación, el PP, acomodado en su papel de partido minoritario durante varios lustros, tiene serias dificultades para asumir su nueva responsabilidad y convencerse de que su función principal no es criticar a otros partidos, por muy criticables que les parezca, sino gobernar y dirigir la comunidad autónoma. Hasta tal punto tiene interiorizado su antigua tarea de opositor que, ahora, las referencias de los Consejos de Gobierno son en mucho mayor grado filípicas y ataques al anterior gobierno que anuncios de propuestas y actuación realizadas.

Desde el principio de su mandato, el nuevo gobierno de la derecha centró sus esfuerzos en criticar al anterior ejecutivo, poniendo siempre en primer plano supuestas o reales irregularidades cometidas, como la alteración de las listas de espera que al perecer no eran tales, o el uso fraudulento de unas vacunas que nunca se ha llegado a demostrar.

Es cierto que la sentencia de los ERE, que es sin duda el momento más difícil y triste por el que ha atravesado en su reciente historia el socialismo andaluz, ha sido una conmoción tan profunda que era inevitable que el gobierno de la Junta tenía que dedicarle análisis y referencias. Pero hacer de esta resolución judicial y todo lo que significa el principal centro de la actividad política del ejecutivo, tapando problemas de la propia Administración, es un exceso injustificado. El propio consejero de Presidencia, sin poder disimular su satisfacción, anunciaba que la cuestión de los ERE durará años, con lo que cabe esperar que este tema se va a intentar que esté presente durante mucho tiempo en la agenda política andaluza. Los dirigentes del actual gabinete tratan de hacer realidad el refrán que asegura que una buena capa todo lo tapa, y pretenden que los ERE se conviertan en el gran elemento sobre el que debe girar toda la política andaluza. Se tiene la sensación de que el actual gobierno quiere basar su éxito político en el desprestigio del anterior gobierno, más que en el prestigio de su propia gestión.

Pero lo cierto es que por más que quiera estirarse, la cuestión de los ERE no será la capa que pueda taparlo todo y en algún momento este gobierno deberá darse cuenta de que su principal responsabilidad es gobernar y no ser el máximo altavoz de la oposición al PSOE.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios