Postales desde el filo

José Asenjo

La candidata

LOS socialistas malagueños despejaron definitivamente la incógnita de la candidatura a la Alcaldía de nuestra ciudad. Tras meses barajando distintos nombres -algunos son ya auténticos clásicos- la delegada del Gobierno andaluz ha sido elegida con el respaldo de toda la superestructura de la organización. Fue bautizada como candidata por Griñán y en un elegante gesto ofició de testigo José María Martín Delgado.

La polémica de las primarias solicitadas por Trillo parece que se desinfla ante la unanimidad de los apoyos a la candidata oficial. Esta fórmula de selección de candidatos está en el origen del actual PSOE de Zapatero, pero no en su ADN. Se trata de un procedimiento extraño a un modelo sustentado en los poderosos aparatos de poder de los partidos. En los que además, incluso en los de más reciente creación, el debate interno es ya una rara avis. Surgieron en el PSOE en un periodo de excepcionalidad. En las primeras, convocadas por Almunia y ganadas por Borrel, el partido encalló. Las siguientes sirvieron para levantar el vuelo con Zapatero, elegido secretario general. Las que se han hecho en periodos de normalidad, mejor olvidarlas: las dos celebradas por los socialistas de Málaga capital ni contribuyeron al éxito electoral ni fueron ejemplares, sino más bien todo lo contrario.

Igual que el perfil del alcalde responde a los atributos de honrado y trabajador, el de la candidata es el de una política joven y dinámica. No la conozco tanto como para hablarles de sus defectos, pero en las pocas ocasiones que he podido conversar con ella me ha parecido, más allá de su imagen mediática, una persona inteligente, tenaz y dotada de esa rara cualidad política que es la modestia. Esta última probablemente sea la virtud que más deberían temer sus adversarios. No es que la humildad sea una condición suficiente, pero sí creo que es necesaria para aspirar al éxito en la difícil tarea que le han encomendado. Ser menos conocida que su contrincante es un problema que debería afrontar mostrándose como es y evitando a los asesores que pretenderán convertirla en una candidata de diseño según el canon de la corrección política. Aunque tan malo es que te conozcan poco como que te conozcan demasiado. Los ciudadanos han llegado a saber de las virtudes del actual alcalde tanto como de sus más característicos defectos.

Supongo que los dirigentes provinciales y regionales del partido habrán tenido poderosas razones para proponer a Gámez, contra todo pronóstico. Sea como sea, el encargo está lleno de dificultades. Si en las dos últimas municipales el mejor activo del PSOE local era el contexto político nacional y andaluz, ahora jugará en su contra. Para superarlo Gámez deberá mostrar lo mejor de si misma y escribir su propio guión en lugar de recurrir al recetario de ideas de laboratorio que suelen ser tan correctas como previsibles. Más que nuevos dirigentes lo que la ciudad necesita son otras ideas, otro punto de vista, otra mirada sobre la realidad.

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