Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

La carta de Inés Arrimadas

Pedro Sánchez no tiene más argumento que su afirmación de "yo soy el único candidato, no hay otro"

El Gobierno que prepara Pedro Sánchez con el apoyo de comunistas, al estilo bolivariano, y el apoyo para su investidura de ERC, partido independentista, produce a muchos españoles un inevitable temor. Sin embargo, este temor él no lo comparte, porque cree que, si París bien valió una misa a Enrique IV de Francia, también le valen a él esas compañías para volver a ser presidente del Gobierno de España, una legislatura más. Lo demuestra su empeño en seguir adelante con ese pacto, con el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, al que llegó nada más conocerse el resultado electoral (que está que no se cree que, gracias a él, los comunistas puedan estar de nuevo en el Gobierno de España). Por eso apremia a Sanchez para que acepte cualquier condición que le pida ERC. Pedro Sánchez no tiene más argumento que justifique sus prisas que su afirmación de "yo soy el único candidato, no hay otro", porque la excusa de que unas terceras elecciones coincidirían con el Domingo de Ramos, parece una broma.

La improcedencia del pacto al que quiere llegar se la señalan no sólo personalidades que no militan en su partido, sino también en el suyo, e incluso políticos del PSOE que están en activo, como es el caso de Castilla-La Mancha. Le recriminan no sólo lo improcedente del pacto, sino también no haberse tomado el mínimo trabajo para encontrar otros apoyos.

Inés Arrimadas, que por el momento no es líder de su partido, pero con la suficiente autoridad moral para hablar en nombre de él, ha escrito a Sánchez pidiéndole que deje las malas compañías y también una reunión para proponerle un Gobierno constitucionalista, que con la suma de los votos de su partido, los del PP y Navarra Suma, superan sobradamente la mayoría absoluta y, además, pactos de Estado. Esta propuesta, no ha tenido inmediata acogida en Sánchez, que dice la contestará, ni buena en Casado, quizás porque es extemporánea. Los 10 votos, hoy, de Cs, son innecesarios, basta con la abstención del PP. Pero como el líder del PP presume de haber abierto el debate en su partido y siendo la propuesta de doña Inés muy interesante, puede pulsar la opinión de su Comité Ejecutivo e incluso de la Junta Directiva Nacional. Tiempo hay de sobra, porque ERC dice que las negociaciones no corren ninguna prisa, para que se vaya digiriendo sin atragantarse, que lo que se negocia es la concesión de la independencia de Cataluña y el indulto a sus presos. Y el País Vasco, a la cola.

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