Rosa de los vientos

pilar Bensusan

Sin claros horizontes

ENTRE los cobros en negro de Pablo Iglesias por La Tuerka, la sospechosa adjudicación de 14 contratos al hermano de Tania Sánchez por el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid y la coincidencia de que ambos hayan disfrutado de pisos de VPO, junto con la suspensión de empleo y sueldo por la Universidad de Málaga a Íñigo Errejón por incumplimiento de un contrato que le reportaba 1.825 euros al mes, Podemos ha empezado a perder fuelle y a entrar en declive, según el último sondeo de Metroscopia para El País, que lo sitúa como segunda fuerza política en estimación de voto, con un 25%, tras el PSOE, con un 27,7%, mientras que el PP sigue cayendo en picado con la obtención de sólo un 20%.

Y es que el partido de los círculos -que curiosamente utiliza la terminología del Opus Dei para sus sesiones de adoctrinamiento-, aunque sigue beneficiándose de la falta de credibilidad del resto de partidos, está empezando a percibirse de manera más crítica por los ciudadanos tras la exposición pública de sus líderes, opinando el 66% de los encuestados que oculta su radicalidad para obtener mayor apoyo electoral. En el fondo es una formación cuya única fuerza reside en la decepción y desencanto que provocan sus rivales, según el 44% de los encuestados, suspendiendo además en confianza, al igual que PP y PSOE.

El problema es que, de sus grandes rivales, el PP está completamente desgastado por los abrumadores escándalos de corrupción que le salpican, las continuas mentiras de sus líderes y su nefasta gestión de la crisis para los ciudadanos de a pie, y el PSOE, igualmente manchado por la corrupción, sigue buscando su norte ideológico para arrancarle votos a Podemos y para contentar a Cataluña, sin reparar en que podría encontrar perfectamente su propio espacio sin estar tan pendiente de Podemos.

Puede que el problema catalán finalmente dé más votos al PP de los estimados, ya que entre los grandes partidos es el único que defiende la unidad nacional, mientras que los demás se enmadejan en reformar la Constitución olvidando que para convertir a España en un Estado federal nos deben de preguntar a todos, y que, según la última encuesta de NC Report para La Razón, el 58,3% de los españoles rechaza dar un trato diferencial a Cataluña en la Constitución, mientras que el 80,9% no acepta que existan unas Comunidades Autónomas con más privilegios que otras, prefiriendo la mayoría de los encuestados, el 37,6%, el actual modelo de Estado, y el 33,1% incluso uno más centralizado.

En fin, todo está abierto de cara a las generales de 2015, pero la era de las mayorías absolutas ha terminado y nos esperan coaliciones impensables…

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios