Muchos padres se quejan de que sus hijos ya no viven en casa: se los han tragado sus videoconsolas. Ahora que está de moda "contextualizar" los cuentos tradicionales, sería útil reescribir El flautista de Hamelín. Una enciclopedia digital me informa de que en 1284 la ciudad alemana de Hamelín fue invadida por las ratas. Un buen día apareció un flautista que ofreció sus servicios a los habitantes del pueblo. A cambio de una recompensa, él los libraría de todas las ratas. Los aldeanos aceptaron el trato. Entonces empezó a tocar su flauta, y todas las ratas salieron de sus cubiles y se congregaron en torno al músico que echó a caminar, seguido de los animalillos. El flautista se dirigió hacia el río Weser y las ratas, que le seguían, perecieron ahogadas.

Cumplida su misión, el hombre volvió al pueblo a reclamar su recompensa, pero los aldeanos se negaron a pagarle. El cazador de ratas, muy enfadado, abandonó el pueblo para volver poco después, en busca de venganza.

Mientras los habitantes del pueblo estaban en la iglesia, el hombre volvió a tocar en su flauta la melodía encantada. Esta vez fueron los niños los que lo siguieron al compás de la música. El flautista, alejándolos del pueblo, los encerró en una cueva. El pueblo se quedó sin niños, para siempre.

La adaptación al presente podría ser esta: En 2018, a los padres jóvenes de los países ricos, les dio por tener un solo hijo y una mascota, normalmente un perro. Como trabajaban ambos, dejaban todas las mañanas al perro en una guardería para perros y al hijo en una guardería para niños. Al volver del trabajo, que les ocupaba de 10 a 12 horas, cansados, casi exhaustos, recogían al perro y al niño de sus respectivos aparcamientos diurnos. Sin ganas ni tiempo para amaestrar al hijo natural y el adoptado, ya en casa, se tiraban en el sofá, pedían unas pizzas y dejaban que perro e hijo camparan por sus respetos. Pronto le compraron una videoconsola al niño y un estante completo de alimentos y complementos perrunos de una gran superficie, al animal. La videoconsola abdujo pronto al niño que se perdió para siempre jamás en una sima de video juegos, de la que fue imposible rescatarlo. Los findes la pareja saca al perro a pasear, para que adelgace, pero al niño fue imposible rescatarlo. Sin niños, el mundo duró muy poco.