Hoja de ruta

Ignacio Martínez

El día de la marmota

ARENAS sacará mayoría absoluta, según una prueba infalible realizada en el pasado martes en Sevilla. El día de la marmota no falla. Todas las encuestas dicen que el PP ganará las elecciones del 25 de marzo. Que es imposible que el PSOE recupere los diez o doce puntos que le lleva su rival. Y a lo más que aspira la desanimada tropa socialista es a que Arenas no consiga mayoría absoluta y poder seguir en el gobierno con Izquierda Unida. Así que la gran pregunta es si los populares superarán la barrera de los 55 diputados. Las técnicas para averiguarlo tienen su margen de error. El día de la marmota será artesanal y amateur, pero es inapelable.

El 14 de febrero, en el Club Antares de Sevilla, el presidente del PP andaluz hizo un discurso de gobernante. Iba Arenas enumerando sus planes, el pacto por el empleo, una administración más transparente y austera, un nuevo modelo de financiación, limitación de mandatos, convocatoria de elecciones andaluzas por separado, descentralización hacia los municipios, potenciar la formación profesional… Y, entre tanto, se confirmaba su mayoría absoluta.

Entre el medio millar de asistentes, un grupo de dos o tres docenas de personas llamaba la atención. Más que estar fuera de sitio, llevaban décadas merodeando por otros territorios. Haga cada cual su lista, adecuada a su ciudad o provincia. Incluso la alineación regional de los personajes que siempre se arriman al poder, quien quiera que lo ostente. Se trata de gente que ha desarrollado tal instinto que su presencia masiva en un acto es una demostración incontestable de que un cambio se aproxima. Son escurridizos intermediarios que practican como nadie el amiguismo competitivo, a medio camino entre la comunicación y los despachos. Diestros en la administración de intereses, hábiles en el "¡qué bien te veo!", siempre dispuestos al negocio fácil.

Estos advenedizos detectan antes que nadie, por supervivencia profesional, quién va a mandar unos meses después. Son nuestras particulares marmotas. Esta costumbre folclórica, muy arraigada entre los granjeros de Estados Unidos y Canadá, no se sabe si de origen irlandés o alemán, en la que todos los 2 de febrero se utiliza una marmota para predecir el fin del invierno. Si el animal sale de su madriguera después de hibernar, el invierno terminará pronto. Si se vuelve al interior, el invierno durará seis semanas más.

Nuestras marmotas domésticas, después de haber cortejado el poder socialista, acudieron el martes en auxilio del ganador que presumen el 25 de marzo. Curioso, si le suman seis semanas al 14 de febrero, se colocarán en el martes 27 de marzo. Hay quien ya imagina a Arenas para entonces repartiendo cargos, prebendas y favores. Y hacen cola. Hay personajes cuya falta de pudor no tiene límite.

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