objetivo con zoom

érase un hombre de un brazo colgado

Un reclamo publicitario de primer nivel artístico. El creador de origen alemán Johan Lorbeer se colgó ayer de una pared en la calle Nueva para llamar la atención de los paseantes sobre una firma de distribución de servicios de internet. Cuatro horas, dos por la mañana y dos por la tarde, se mantuvo el improvisado maniquí humano levitando como se observa en la fotografía, para deleite de los paseantes, muchos de los cuales aprovecharon para tomar imágenes de la curiosa estampa urbana. Ya hace unos años que Lorbeer se había mostrado así en el CAC.

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