EL español es serio, callado y veraz. Pocos comerciantes hay en el mundo más honrados que los españoles. Tiene un alma orgullosa y siente más los actos grandes que los bellos. Como su espíritu no encierra benevolencia bondadosa y dulce, resulta a menudo duro y aún cruel... No puede decirse que el español sea más activo o más enamorado que cualquiera de otro pueblo; pero lo es de una manera extravagante que resulta rara y fuera de lo habitual. Abandonar el arado y pasearse con una larga espada y una capa por el campo de labor hasta que el extranjero de paso por allí desaparezca... (De "Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime", publicado por Kant en Koningsberg en 1764) ¿Hemos cambiado? ¿Para mejor o para peor? Pienso que dentro de lo crítico, Kant nos retiene un soterrado sentimiento de hidalguía, honor, valentía de casi apóstoles quijotes que al día de hoy me pregunto: ¿hemos degenerado? ¿Son la corrupción, la hipocresía y la banalidad argumentos definitorios de nuestra sociedad de hoy? ¡Sálvese quien pueda!