Cosas que pasan

Ricardo Castillejo

El espejo en que me miro

HUBO una vez un niño que soñaba dedicarse a la que consideraba la profesión más apasionante del mundo. Lo suyo era contar historias, relatar a su modo la actualidad que nacía y moría bajo su curiosa mirada. Pasado el tiempo, aquel pequeño se hizo hombre y, sus infantiles sueños, se transformaron en una satisfactoria realidad.

Realizo esta genérica introducción para que puedan sentirse reconocidos en ella muchos que, como quien suscribe estas líneas, encuentran en el periodismo una meta y un fin. Ése, ya de por sí, es un hermoso regalo pero cuando además el "efecto boomerang" da resultado -y se recoge del público la misma pasión que se le entrega-, la operación podría considerarse redonda. Tanto como la trayectoria de Tico Medina quien, hoy mismo, recoge una de las medallas de Andalucía de la Junta. "Voy en compañía de mi hijo Salvador porque mi mujer, como se sabe, está delicada de salud", me explica el maestro mientras continúa incansablemente desempeñando las múltiples colaboraciones que, a sus setenta y tres años, le mantienen igual que un chaval.

"El día que Tico pare, se muere", dijo alguien refiriéndose a este granadino nacido en la localidad de Piñar y único en su género. "Vendrá un receso en la prensa rosa", vaticina. "Esto hay que aceptarlo como un color más pues, de hecho, la primera historia del corazón fue la de Adán y Eva. Lo único que no puede hacerse es inventar. Todos los días, a todas horas, me llaman para participar en programas de televisión a los que no quiero ir. Cada diestro tiene su propia manera de torear". Genio y figura.

Tampoco, los informadores me refiero, somos tan terribles. Si no, Manu Tenorio no habría decidido pasar por el altar con Silvia Casas, compañera de la dura lucha por la noticia. El viernes pasé la tarde con el cantante y charlamos de lo prendado que está de su chica y de cómo tiene en ella alguien que, sobre todo en los malos momentos, sabe prestarle su hombro para descansar sobre él. Queda el reto de desvelar algunos detalles acerca de un enlace que, aunque su pronto anuncio me haya sorprendido, se veía llegar. Mera intuición profesional.

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