La falacia de la "Libre elección"

Este nuevo criterio de adjudicación de plazas no asegura, pese a lo anunciado, la libre elección de centro

El periódico abría ayer en portada con un expresivo titular: "La Junta refuerza la concertada como eje de su modelo educativo", y en su primera plana daba cuenta de la decisión del Consejo de Gobierno de apostar por la "libre elección de centros", de manera que cualquier padre en cuyo municipio haya un centro concertado podrá optar a que su hijo curse sus estudios en él. Este nuevo criterio de adjudicación de plazas no asegura, pese a lo anunciado, la libre elección de centro, entre otras cosas porque eso es sencillamente imposible: en determinados colegios, la demanda siempre supera la oferta, y muchas veces la ampliación de las zonas de influencia lo que provoca es un aumento de la primera, por lo que al final la frustración es hasta mayor.

Más enjundia tiene la supuesta voluntad de potenciar la escuela concertada, en la línea de cierta interpretación extensiva del art. 27 de la Constitución, lo que en mi modesta opinión contiene un doble problema: de planteamiento, pues desde el momento en que se financia con fondos públicos la escuela concertada pertenece al ámbito de educación pública, y no privada; y de diagnóstico, pues se vuelve a obviar uno de las principales anomalías de la Educación en España, que no es otra que la consideración (más sociológica que política o administrativa) de la concertada como escuela privada, dándose la paradójica circunstancia de que ciudadanos con alto nivel de rentas que bien podrían sufragar un colegio privado (y que en muchos casos lo harían, llegado el caso) no lo hacen por la sencilla razón de que ya lo hace el Estado por ellos.

A los que defendemos la vigencia de los conciertos más por razones pragmáticas de ahorro de costes que por motivos propiamente ideológicos, no deja de sorprendernos la falta de unidad de la acción política en este campo, cuando el objetivo verdaderamente importante ya debería estar claro después de tanto tiempo: la apuesta decidida por la calidad en la escuela pública desprovista de prejuicios ideológicos que prime el mérito y el esfuerzo sobre otras cuestiones secundarias, ya sea mediante gestión directa o, por qué no, vía concierto. En la medida que nos acerquemos al objetivo, más satisfecho estará cada uno con su colegio respectivo, y "la libre elección" será más que un derecho una opción, como por cierto ocurre en los países más desarrollados de nuestro entorno.

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