Una foto

Para muchos jóvenes que no saben lo que es la dictadura -menos una guerra civil-, la Transición fue cobarde e hipócrita

Hace días colgué en Twitter una foto que hizo Alberto Schommer en 1987 con algunos de los protagonistas de la Guerra Civil que habían llegado, ya muy ancianos, a vivir la Transición. En la foto se veía, juntos uno al lado del otro, a Ramón Serrano Suñer, cuñado del general Franco y ex ministro franquista; a Enrique Líster, el teniente coronel -con rango de general- del ejército republicano que derrotó a los fascistas italianos en la batalla de Guadalajara; a Ramón Rubial, un dirigente del PSOE que pasó casi veinte años en las cárceles de Franco; a Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador de Falange; a Raimundo Fernández-Cuesta, ex ministro de Franco y alto dirigente de la Falange; al dirigente del PNV en el exilio, Jesús María de Leizaola, y a Ignacio Gallego, dirigente del PCE de la línea más prosoviética (cuando se tomó la foto, todavía existía la URSS).

Todos aquellos personajes habían vivido la Guerra Civil y todos habían sufrido. Por el lado franquista, Serrano Suñer tenía dos hermanos fusilados por los republicanos, igual que Pilar Primo de Rivera. Y por el lado republicano, Gallego y Rubial y Líster habían tenido que pasar muchos años en el exilio o en la cárcel (aparte de los familiares y amigos muertos o encarcelados). Pero lo bueno es que aquel día de 1987 todos aceptaron sentarse juntos, sabiendo el papel que los demás habían jugado en la Guerra Civil. Y en este sentido, no conviene olvidar que Serrano Suñer fue un personaje siniestro que tuvo un papel clave en la represión franquista durante los primeros años de la posguerra. Y eso lo sabían todos los republicanos que se sentaron a su lado. Pero unos y otros aceptaron sentarse en el mismo sitio, junto a una bandera constitucional.

Esa foto es muy poco conocida, pero para mí es uno de los documentos más bellos de la historia de España. De un modo, al sentarse juntos, todos asumieron que habían cometido errores y que habían hecho cosas que en el fondo acabaron empujando a la guerra civil. Y de algún modo, todos decidieron olvidar lo que habían hecho y preferir mirar hacia delante. Para muchos jóvenes actuales que no tienen ni idea de lo que puede ser una dictadura -y mucho menos una guerra civil-, esa actitud fue cobarde e hipócrita. Pero yo creo que fue todo lo contrario: una de las más valientes que hemos vivido en todos los años de nuestra historia.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios