Crónica personal

pilar Cernuda

El gestor

JAVIER Fernández, según su propia explicación, no es el líder del Partido Socialista Obrero Español, sino el presidente de su Comisión Gestora. Podemos, por tanto, llamarlo gestor, pues a él le corresponde administrar la empresa socialista en el momento más complicado de su historia. Precisamente por ser gestor, su responsabilidad es absoluta porque pende sobre sus hombros la tarea hercúlea de salvar al partido de una situación crítica.

En su primera rueda de prensa ha demostrado el presidente de Asturias tener sentido común, que sin duda es lo que necesita el PSOE ahora mismo después de meses convulsos y resultados electorales inmisericordes. Javier Fernández ha dado alguna clave respecto a por dónde puede moverse el Partido Socialista en las próximas semanas, pero lo que hay que averiguar es el cómo lo va a hacer.

No defiende la abstención, pero matiza que abstenerse no es lo mismo que apoyar a Mariano Rajoy. Importante pista. No va a llamar al presidente en funciones pero se muestra dispuesto a hablar con él, otra importante pista porque si finalmente se va a la abstención, tendrá que "envolver" la propuesta con papel atractivo, celofán y lazo, para que los diputados que optaron por el no a Rajoy cambien el sentido de su voto. Y ese celofán y lazo sólo puede comprarse si el presidente del Gobierno en funciones ofrece a Javier Fernández algo que vender a sus diputados, tan divididos como el Comité Federal que protagonizó el bochornoso espectáculo del pasado sábado, por utilizar el mismo calificativo del propio gestor socialista.

Si se analizan los datos ofrecidos en su rueda de prensa, es fácil llegar a la conclusión de que el PSOE va a pronunciarse finalmente por permitir que gobierne Rajoy. A cambio de algo, pero que gobierne. Porque en el caso de que se fuera a unas terceras elecciones, además de que el resultado podría ser demoledor, hay un elemento que Fernández, como gestor, seguro que ha tenido en cuenta: ¿quién sería el candidato del partido a esas elecciones? Habría que elegirlo a través de unas primarias... y o mucho nos equivocamos o Pedro Sánchez aprovecharía esa oportunidad para intentar hacerse con el cartel.

Siempre tuvo el apoyo mayoritario de los militantes, y más aún lo tendría ahora, cuando ha sido defenestrado y aparece como víctima de una operación que los sanchistas consideran organizada por traidores.

Así que, después de escuchar la intervención sensata de Fernández, que se necesitaba, llega el momento de introducir sus declaraciones en el puzle, y sale casi completo: no se tocará la dirección de los grupos parlamentarios, como gesto de buena voluntad hacia los sanchistas; el gestor sacará alguna promesa a Rajoy a cambio de la abstención en la investidura; y, tres, se evitarán las elecciones como sea para impedir el retorno de Sánchez, que quizá se quede a la espera de que se convoque el Congreso para elegir nueva Ejecutiva. Y, si se tercia, se presentará a las primarias para elegir secretario general. Lo suyo, ya se sabe, es pelear para alcanzar sus objetivos.

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