Desde mi córner

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

...Y en la gran depresión apareció Rafa Mir

España se mete en las semifinales derrotando a Costa de Marfil en un partido apasionante

Tras el sufrimiento surgió la depresión de vernos fuera de los Juegos a dos minutos del fin, pero surgiría un futbolista providencial para que España siga optando a darle la razón a cuantos apostaban por su equipo. Fue un partido que muy tempranamente se torcía para los nuestros, justamente en un fatídico minuto nueve que arranca con la lesión de Mingueza para que un minuto después abra el marcador Costa de Marfil.

Fueron dos golpes que llegaron claramente al mentón de la tropa de Luis de la Fuente. Pero el aturdimiento no duró mucho, España se adueñaba del balón y ese diamante que es Dani Olmo le cogió las vueltas a la retaguardia de Los Elefantes para establecer tablas. El VAR invalidaba un gol de Oyarzabal y al descanso afloraban sensaciones bastante positivas, pero sin minusvalorar a los africanos. Fuertes y rápidos, en cualquier contra podían amargarte la velada.

Y cuando todo indicaba que la prórroga sería inevitable y con el árbitro a punto de indicar qué añadiría marcaron los africanos por medio de Gradel. Todo parecía haberse consumado, pero entró en cancha Rafa Mir para apelar a la heroica de mandar balones al área de cualquier manera. Y en uno de ellas la defensa no se orienta y el recién incorporado la caza. Es uno de esos milagros que rara vez depara el fútbol, pero prórroga habemus y ésta llega caída del cielo.

Y ese tiempo añadido tiene más color de lo que dice el marcador. Oyarzabal aprovechó un penalti de VAR y Rafa Mir hizo el resto con un triple que le endosa la vitola de providencial. Pocas veces resulta tan determinante un cambio, pues marcar sobre la bocina en el primer balón que toca para alcanzar la tranquilidad con dos goles más queda para los anales. Ahora toca solventar el martes el visado para la final en el Saitama Stadium. ¿Seguiremos siendo favoritos?

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