La tribuna

elisa Ruth Quesada

La gran desconocida

LLEGAN los últimos días del curso y quiero dar las gracias a las personas que valoran nuestra labor: las familias de nuestros alumnos de 0 a 3 años, las que nos llenan el centro con la publicidad más primitiva de la historia, el boca a boca. Son ellas las que conocen mejor nuestra labor. Llevo 30 años en esta aventura. Ejerzo, para mí, la profesión más bonita del mundo. Mi sueño era crear una escuela infantil y, con dos compañeras más, nuestro sueño se hizo realidad.

Las familias saben que hacemos algo más que guardar a sus hijos, saben lo que es cuidar a sus hijos, enseñarles a compartir, a descubrir el mundo que les rodea, a que se desarrollen en un clima feliz de confianza. Les ayudamos en sus primeros pasos y palabras, a comer solos, a ir al baño, hacen sus primeros garabatos, se llenan las manos de pinturas, ven crecer una planta, la cuidan, la respetan, juegan en la arena, y con los bits de Picasso, y entre canciones, poesías y bailes pasan los primeros tres años de su vida en un CEI.

En el primer ciclo de 0 a 3 años coexistimos varios tipos de centros. Los más conocidos son las Escuelas Infantiles Públicas, cuyo gastos de mantenimiento, mobiliario, etcétera son afrontados con fondos públicos y los Centros de Educación Infantil de Convenio, cuyos gastos los afrontamos nosotros.

Nuestra situación es conocida y por ley ofrecemos un período de adaptación. Imaginad los primeros días, un entorno nuevo, personas adultas nuevas, compis de su misma edad que no conocen, por lo que en nuestro centro algún familiar entra con ellos los primeros días y aconsejamos que no se queden a comer desde el primer día. Esos días de comedor no nos lo abonan, y lo consideramos lógico por una parte, pero ¿a quién demandamos el plato de aquel niño que ha querido repetir o se le ha caído al suelo?

Y hay más cosas. La bonificación es por niño, no por aula. Si en un aula solo se completa la mitad, ¿le pagamos a la seño la mitad de su sueldo? De esta manera es muy difícil dar calidad. En agosto no hay niños y no hay bonificaciones. Los gastos son los mismos, menos la comida, teniendo en cuenta que en agosto nos abonan el mes de mayo (ya hemos estirado bastante del presupuesto) pero más de un centro no llega. Se ha conseguido que abonen 1.000 euros por aula, aunque no nos lo aseguran.

No tenemos ni un día fijo de cobro y nosotras debemos de pagar nóminas, proveedores, seguros sociales en sus fechas, en unos casos porque nos aumentan un tanto por ciento si no cumplimos fechas, y en otros por profesionalidad.

Y para rizar el rizo, en 2010 recibimos un correo de Delegación en el que nos indican que si no habilitamos un aula de 0 a 1 año nos quitarían del convenio al no ser un centro completo. Hacemos proyectos, obras, autorizaciones, inversiones y conseguimos el aula de 0 a 1 autorizada por Educación, pero no se la bonifican a las familias ni nos dejan utilizarla como privada. Nuestras familias han escrito cartas a la Delegada, han hablado con el Jefe de Planificación, han recogido firmas, pero parece que no nos corresponde el convenio de esas ochos plazas. Han tenido a sus hijos de uno y dos años aquí, pero para sus bebés de 0 a 1 han tenido que buscar otro lugar.

El decreto 149/2009 habla de la Conciliación Familiar, difícil, teniendo cada hijo en un sitio diferente. Unas veces nos dicen que no hay dinero, otras que deben de cubrirse todas las plazas que existen y las nuevas públicas que crean... Yo creo que antes necesitaban nuestras plazas y ahora no. Siguiendo con el Decreto, este debería revisarse y tener en cuenta, entre otras cosas, las necesidades de los niños, pues nuestro horario es para que las familias se puedan organizar, no para que estos niños de cero a tres años estén ocho horas diariamente todos los días del año menos los festivos y agosto.

Estamos aquí por las familias y por el equipo de profesionales que formamos. Educando en el más amplio sentido de esta palabra, detectando dificultades y trabajando con Atención Temprana (con escasos medios) hacemos que estos niños, algunos con grandes problemas en el desarrollo, evolucionen aprovechando la plasticidad neuronal de su edad y evitando las desigualdades sociales. Esta es nuestra labor y nosotras seguimos formándonos, innovando, trabajando con la universidad, dando charlas a futuros maestros de escuelas infantiles y colaborando con centros de formación de Técnicos Superiores. Gracias a todos los que valoran y forman parte del primer ciclo de educación infantil.

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