El heredero de Francisco de la Torre

El alcalde de Málaga se saltó al presidente provincial y regional de su partido. Sólo la campaña tapará la profunda crisis

Tiene derecho Francisco de la Torre a elegir a su sucesor al frente del Ayuntamiento de Málaga? Pues aunque España es una monarquía parlamentaria y en la empresa de limpieza Limasa algo se sabe del traspaso de puestos por consanguinidad, el puesto de alcalde de la capital todavía no es hereditario. Distinto es el debate sobre el peso que le debe corresponder al regidor en la decisión sobre la designación de la persona que deba continuar con su legado, con permiso del resto de partidos y, sobre todo, de los votantes. Y más, si se pretende visualizar la decisión en la candidatura del que sería su último mandato.

Y Francisco de la Torre finalmente se pronunció. José María García Urbano, el actual alcalde de Estepona, es la persona que a su juicio reúne las cualidades que él exige a un aspirante. Tecnócrata -como él-, alejado de los aparatos y la consigna de un partido. Profesional consolidado. El regidor destaca a los políticos que no se han bajado del coche oficial desde que tomaban el biberón. La lírica mayoritaria en estos tiempos. En su propio equipo de gobierno, admite que serían una minoría los que podrían ganarse la vida fuera del manto protector del cargo público. Pero García Urbano nunca aceptaría incorporarse como un mero acompañante.

Sin embargo, el regidor, en esta ocasión, no ha medido bien sus fuerzas. Decidió consumar la operación directamente con Pablo Casado. Se saltó a Elías Bendodo y al propio Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente provincial y regional del partido. Su sintonía con ellos es nula. La falta de afecto mutua, para no utilizar términos que puedan resultar hirientes, es nula. Y ha fracasado al cruzar la línea roja. Teodoro García Egea, el secretario general del PP con el que contactó, no quiso ser cómplice de la maniobra y la comunicó a los afectados, que no salían de su asombro. Desde luego la operación no es cosa de uno. Ambos están convencidos que García Urbano también la alentó. La campaña tapará una crisis más que superficial.

La cohabitación obligada se antoja muy complicada. Elías Bendodo, consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno, parecía levitar estas últimas semanas sobre las aguas del nuevo cargo. Pero se ha reencontrado con su peor pesadilla. Le cabe el gusto de espetarle palabra por palabra lo que escuchó en boca del propio alcalde tras los resultados de 2015. Entonces, De la Torre le culpó del retroceso en los resultados. El votante creyó que todo era una mascarada para pasarle el testigo a Bendodo y les castigó. ¿No sería lo mismo con la operación García Urbano? No para el regidor. Para él Bendodo restaba. Con el alcalde de Estepona a su lado, asegura que la mayoría absoluta está al alcance.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios