Ojo de pez

pablo / bujalance

El héroe Otegi

POCO después de salir de la cárcel, Arnaldo Otegi dijo que ETA tendría que haber abandonado las armas "mucho antes". Y uno se pregunta qué especie de revelación, tal vez una aparición del Espíritu Santo, o una milenaria advertencia del oráculo de Delfos, llevó a Otegi a alcanzar tal conclusión: sí, no es buena idea ir por ahí matando gente inocente. Imagino que si Otegi llega a decir que lo deseable es que ETA no hubiese existido nunca, y que nadie hubiese tenido que contar los más de 800 muertos, se habría abierto una brecha en el espacio-tiempo. Pero anda, resulta que hay por ahí quien considera que ETA es un movimiento totalitario crecido al amparo del más escrupuloso racismo y que no basta con decir bueno, vale, como ya no nos sirve no seguimos matando; y que no se puede llamar paz al hecho de que alguien se lo piense mejor y decida no asesinar. Porque lo que cunde, parece, es la idea de que los españoles tenemos que agradecer a ETA y a Otegi que ya no vayan a ponernos una bomba en el supermercado. Por cierto, Otegi, tan sensible, se ha mostrado comprensivo con los vascos que han vivido bajo el yugo de ETA; pero nada ha dicho de los andaluces, un poner, que también han contado muertos en su guerra de mierda. Ahora, parece, sí les pillamos más lejos.

Pero no pasa nada. Nuestra nueva izquierda revolucionaria perdió el culo por mostrar su alegría ante la liberación de Otegi y afirmar que nadie debería estar en la cárcel por sus ideas. De modo que Otegi jugó a ser Nelson Mandela y los cretinos mejor pagados le dieron la razón. Yo mismo considero que la pena ha podido ser excesiva, pero no me fastidien, actuar bajo el mandato de ETA no le convierte a uno en preso de conciencia; sí en un preso político, pero habría que aprender de una vez que la política no exime a nadie, y que a través de su ejercicio también se cometen delitos que deben ser sancionados. No, el problema es mucho peor: España seguirá siendo un caldo de cultivo para cretinos hasta que no se asuma que no todo lo que se opuso al franquismo fue mejor que el franquismo. Y que lo deseable es condenar al franquismo y a ETA exactamente por los mismos motivos: porque ninguna ideología política es más importante que la libertad inviolable de cada persona. Porque matar a quien no comulga con lo que uno piensa es un crimen, siempre, por el que se debe responder ante la Justicia.

Quienes ganan aquí son los de siempre: los nacionalistas ya tienen otro héroe. Pueden ir con sus banderas a hacer gárgaras, si quieren. Pero después de rendir cuentas, eso sí. Que aquí a listos no nos gana nadie.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios