Mariano Rajoy pasó ayer por la capital para firmar ejemplares de su libro 'Una España mejor'. Convertido en una estrella editorial, el registrador de la propiedad repartió garabatos y sonrisas con las cientos de personas que hicieron cola durante dos horas para verle de nuevo. Muchos quería agradecerle "todo lo que ha hecho por España" y él, en su línea habitual, guardó silencio y se limitó a estampar su nombre sobre blanco. El ejercicio que ahora se ha convertido en la profesión del que fuera líder de la derecha durante 14 años.
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