¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?

Desde el paseo marítimo con una cerveza en la mano, las posiciones de ambas solo generan más preguntas

La cuestión es de tal trascendencia que una generación tras otra se la han planteado sin encontrar respuesta hasta la fecha. Más o menos lo mismo que le pasa a la pregunta sobre qué tiene que ser antes: la autorización de Gobierno al hotel en el puerto de Málaga o la modificación del Plan Especial que debe permitir dicho uso. Un claro ejemplo de cacareo urbanístico en el que ambas administraciones parecen tan incapaces de ponerse de acuerdo como de dar su brazo a torcer. Y un ejemplo más de cómo siempre es posible encontrar a dos juristas para defender al mismo tiempo posturas antagónicas.

Según la Ley de Puertos, el Consejo de Ministros solo puede levantar la prohibición de las instalaciones hoteleras cuando estas estén previamente acomodadas en su Plan Especial. Con lo que primero es el huevo y mueve ficha el ayuntamiento. Pero, según este, no hay exigencia de publicar previamente la modificación puntual del Plan Especial. Luego lo primero es la gallina y le toca mover al Consejo de Ministros. Lo que no carece de cierta lógica desde el momento en que se trata de una modificación exprofeso para permitir la construcción de este hotel que parece carecer de sentido si no se autoriza después. Pero que hace agua si se piensa que el proceso lógico del planeamiento es que, de la redacción del Plan Especial salga la posibilidad de construirlo -como la de tantos otros usos-, que luego se autoriza o no. Y no que sea el interés de un inversor concreto el que conlleve la modificación específica del planeamiento para permitir la construcción de aquello que hasta ayer no estaba permitido. Procedimiento que lleva a preguntarse para qué sirve entonces un Plan Especial o por qué donde antes dije digo, ahora digo Diego.

Como se puede observar el dilema no es baladí, pero, como en el caso del huevo, puede que la única solución posible sea renunciar al conocimiento en pro de comer gallina. Es decir, que la administración más interesada en zanjar el problema sea la que publique, o informe, antes que lo haga la otra. Con el lío que hay montado, no será esta quien le recrimine abrazar su tesis. Desde el paseo marítimo con una cerveza en la mano, las posiciones de ambas solo generan más preguntas ¿Teme el Gobierno cargar con la negativa a la construcción o le preocupa al Ayuntamiento modificar el Plan para que se pueda construir un hotel, pero que luego no se autorice este?

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