Tiempo Un frente podría traer lluvias a Málaga en los próximos días

OPINÓMETRO

JJ Blanes/ @jjblanes

Y dos huevos duros

Para asombro de mayores y pequeños, Málaga, finalmente, no va a aspirar a ser capital verde europea. Es un duro golpe, tratemos de analizarlo serenamente.

PARA EMPEZAR.- El noventa y nueve por ciento de los malagueños no tenían ni idea de qué demonios era eso de ser capital verde europea, y dejo un uno por ciento en el aire por eso de que hay cuñados que lo saben todo. No obstante, nuestros gobernantes, por unanimidad, decidieron que qué demonios, que Málaga se merecía aspirar a ser capital de eso. Claro que sí.

LA DECISIÓN.- Se tomó mientras, paralelamente, se cambiaba césped natural por moqueta verde en un montón de puntos de la ciudad. Muchos nos preguntábamos entonces que qué era exactamente eso de ser capital verde europea. Igual era sólo el color lo que importaba, igual íbamos a ser la sede de Heineken en el sur de Europa, entonces tendríamos posibilidades. Admitamos que por lo menos, con los martillazos que nos estábamos dando con la crisis, hubo cierto cachondeo terapéutico en la ciudad con el tema.

EL CASO ES.- Que la actualidad, las cosas que van surgiendo, el fútbol, alguna película que vas a ver… fueron enviando esto de ser ciudad verde al cajón del olvido, ya saben, ese donde guardamos los quince días que dio De la Torre a Torremolinos para pagar una antigua deuda, o, si nos vamos al ámbito autonómico, donde tenemos archivado ese comité que se creó para investigar los ERE. Es un cajón grande y profundo.

ESTA SEMANA.- Sebastián Sánchez contaba en este periódico que finalmente, renunciábamos a la capitalidad verdiana para 2018, después de haberlo dejado pasar en 2017, ya, yo tampoco me acordaba que se había pospuesto. La explicación dada por Raúl Jiménez, concejal de Sostenibilidad, no fue que no les importara un pimiento la película, no, por Dios. Estaban interesadísimos, pero el reciente periodo electoral, dice, ha retrasado todo. Añadía que era osado que el equipo de gobierno saliente hipotecase las decisiones futuras sobre este asunto. Es dignísimo eso de no hipotecar al equipo que venga detrás, dignísimo.

PARA REMATAR EL ASUNTO.- El concejal se mostró muy interesado en poner en marcha el mecanismo para planificar “qué objetivos en materia medioambiental nos marcamos en el futuro”. ¿Nos presentábamos a ser capital verde europea sin tener claro qué objetivos medioambientales tenemos marcados en la ciudad? ¿Qué íbamos a presentar? ¿Un cacho de moqueta verde arrancada de una mediana y una alocución prometiendo que cuando nos pongamos vamos a ser la leche, medioambientalmente hablando? Pues parece que sí, total, el no ya lo teníamos, por probar no pasaba nada. Mira con lo de ser capital cultural lo bien que nos… No, espera, eso tampoco.

No sé qué beneficios hubiera tenido para la ciudad ser capital verde europea, supongo que muchísimos, si no sería imposible que todos los concejales de todos los partidos hubieran votado a favor de esta iniciativa. Porque votar a la ligera, sabiendo que lo que se vota es algo que no va a salir, no se da en la política municipal. Como lo de hipotecar al equipo de gobierno que venga detrás de uno. Eso no se da. Y dos huevos duros.

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