Bomberos.-Servicio para la extinción de incendios. Y ésta es la paradoja: los bomberos se han convertido en un gran incendio para el alcalde. Frisan treinta meses con huelgas, casi todo el mandato, por la precariedad del cuerpo. El alcalde les acusa de mentir al denunciar carencias de seguridad; y su respuesta ha sido un vídeo en redes sociales, en formato de fact checking, contrastando un discurso del alcalde de una década atrás y la realidad actual.

–Alcalde: “A partir de hoy sois 320…”

–Bomberos: “11 años después, somos 274”.

–Alcalde: “Pero sabéis que pronto se terminará Campanillas, y también queremos tener Puerto de la Torre”.

–Bomberos: “Campanillas, parque de bomberos construido con sobrecoste… nunca se abrió”.

–Alcalde:“Puerto de la Torre, por dificultades del terreno, se retrasará un poco”.

–Bomberos: “Han pasado 11 años desde que se colocó la primera piedra… y 3 legislaturas gobernando”.

–Alcalde: “Nuestro objetivo es tener 7 parques de bomberos”.

–Bomberos: “En 2019 faltan aún dos parques para cubrir Málaga de forma segura. Y los que hay, 5, se cierran a veces por falta de bomberos.”

–Alcalde: “Sobre todo cubren la ciudad porque cuentan con personal humano…”.

–Bomberos: “En 2019 falta personal para cubrir el personal mínimo que debe haber en un parque. Y la edad media de la plantilla supera los 50 años”

–Alcalde: “Y nuestro compromiso es dotaros de los medios, de vehículos, medios técnicos necesarios para que, con la máxima protección, podáis dar el mejor servicio posible”.

–Bomberos: “Sin equipos de protección ni herramientas necesarias. Vehículos y equipo sin mantenimiento adecuado. Presupuesto de bomberos desviado a otros fines…”.

Sin duda la crisis ha limitado los recursos, pero ese fact checking retrospectivo es un baño de realidad. Dejar pudrirse un conflicto es siempre un riesgo; dejar que eso suceda con el servicio de bomberos es una temeridad. De hecho, los bomberos de Málaga han dejado de prestar rescates acuáticos con la unidad casi desmantelada, como también la unidad médica sanitaria de intervención. Y suma y sigue. Por más que en esa carta a los Reyes Magos llamada programa electoral se hable de 122 nuevas plazas, nadie se cree las promesas, como los planetarios o las expos. Las luces de Navidad, las peatonalizaciones de mármol o las franquicias rutilantes de museos pueden ocultar el deterioro de servicios públicos, pero antes o después la realidad pasa factura. Una ciudad no se mide por los impactos en Instagram del parque temático del centro para turistas; sino por la calidad de sus servicios, la calidad de la vida allí.