El laberinto del sueldo de los concejales

Casi todos están de acuerdo en que deberían aprobar la subida de salarios, pero nadie asumir una medida tan impopular

Cuántos concejales de su gobierno tendrían trabajo sin problema en la calle?, le pregunté informalmente hace tiempo a un alcalde andaluz: "Tres", me contestó y me dio sus nombres. Ése es el problema, la calidad no el coste. Las listas de las candidaturas que confeccionan los partidos raramente responden al criterio de eficacia, preparación y conocimiento de los seleccionados. Más bien se premia a los afines de los aparatos y el aspirante a la Alcaldía incluye a personas leales a él, que no le crearán problemas ni discutirán sus decisiones. Pero hay una realidad. Los políticos están mal pagados y el ejercicio de esa profesión no puede convertirse en un sacerdocio en el que se sacrifique el sueldo y la vida durante un puñado de años. A no ser que nos dediquemos a colocar bajo sospecha su trabajo y pensemos que se beneficiarán de su paso por un cargo público con otros intangibles.

Con los salarios que se pagan, ningún ayuntamiento importante puede aspirar a fichar profesionales de prestigio que puedan trasladar su éxito a la función pública y, por tanto, estamos ante la pescadilla que se muerde la cola. Salvo excepciones, que un concejal de los actuales del Ayuntamiento de Málaga perciba con dedicación exclusiva casi 47.000 euros está excelentemente remunerado. Pero con esas cantidades estamos condenados a una Corporación plagada de mediocres o con aspiraciones a que el Cielo le compense sus penurias durante su paso político por la tierra.

Con los últimos datos disponibles de Hacienda, un malagueño gana como media apenas 16.000 euros al año. Es decir, un 38% de lo que ingresa un edil de la capital con dedicación parcial. En la provincia, apenas hay 15.000 asalariados que perciben más de 58.000 euros brutos anuales. Hay algo más de 11.000 declarantes que trabajan en el sector de las aseguradoras y las entidades financieras, las que mejor pagan en la provincia, y sus sueldos están en los 33.000 euros como media. Ésa es la realidad económica de esta provincia, con unos salarios muy bajos en comparación con las más avanzadas.

El alcalde de Málaga podría cobrar con las directrices marcadas por la Federación Española de Municipios y Provincias hasta 120.000 euros. Pero se ha fijado un sueldo de 65.000. Una cantidad irrisoria cuando es el responsable de manejar un presupuesto de casi 800 millones. La organización del Ayuntamiento y las retribuciones de los concejales suele abordarse en los primeros plenos de la nueva Corporación. Pero siempre sucede lo mismo. Casi todos están de acuerdo en que hay que aprobar una subida importante, De la Torre ha propuesto un 20%, pero nadie quiere asumir ante lo opinión pública el coste de una medida impopular. La política en su laberinto.

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