La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Cómo se las maravillarían los ministros

Las declaraciones de los ministros de este Gobierno se parecen cada vez más al trabalenguas de Lola Flores

Las declaraciones de los ministros de este Gobierno, quizás en homenaje a Lola Flores en su centenario, se parecen cada vez más al "Que yo tenía un arcón / que tenía truncho tronchito / pencaio y pencajito / detrás de la pica un grajo / detrás del grajo una graja / detrás de la graja una tinaja…" del Cómo me las maravillaría yo.

El cómo me las maravillaría yo de Albares: "¡Esto ya en off!¡Fuera micros!" decían el superado y desconcertado ministro y su guardia cuando, rodeado por los micrófonos y las cámaras de los periodistas que le preguntaban si Moncloa sabía que Mohamed VI no recibiría a Sánchez, balbuceaba sin saber qué decir. Necesitaba tiempo para recomponerse e inventar algo que negara el desaire aduciendo que estaba previsto, afirmando que la cumbre era un éxito y culpando al PP de "no conocer lo que son las políticas de Estado" (que, por lo visto, consisten en que los ministros de Unidas Podemos se nieguen a acompañar a Sánchez y el rey de Marruecos se niegue a recibirlo).

El cómo me las maravillaría yo de Ione Belarra: "En este Gobierno hay dos fuerzas, una a la que le suelen temblar las piernas y otra a la que no", dijo refiriéndose a la modificación de la ley de solo sí es sí, achacando las más de 300 rebajas de penas (que nunca cita), no a errores en el texto, sino a "una minoría de jueces que está aplicando de manera incorrecta la ley", y el escándalo político y social que enfrenta a los dos socios de Gobierno "al enorme ruido de la derecha política y judicial". Días antes Pablo Iglesias, con su habitual tono tabernario, dijo que "si Pedro Sánchez pacta esto con el PP, lo pagará". En cuanto a lo del temblor de piernas del PSOE, es una vieja cantinela podemita: en marzo de 2019 Irene Montero dijo que a los socialistas "le tiemblan las piernas" a la hora de hacer "cambios reales".

El cómo me las maravillaría yo de Yolanda Díaz: comentando las críticas del PP al plantón de Mohamed VI a Sánchez ha dicho que hablar de "ninguneo" y "humillación" es plantear las cosas desde el prisma de una "política masculina de relaciones tormentosas". Interesante concepto que traslada las obsesiones de género a la política, naturalmente con una connotación negativa para lo masculino. Será, por poner ejemplos de épocas y personalidades distintas, que Porcia, Lucrecia Borgia, Caridad Mercader o Margaret Thatcher practicaron políticas femeninas de relaciones apacibles.

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