Mondragón para los malagueños

Dice la nota del Ayuntamiento de Málaga que De la Torre quiere montar una "fábrica de innovación y emprendimiento"

El alcalde de Málaga se ha fijado en Arrasate, Mondragón para los malagueños. No en su famosa orquesta sino en su universidad. Quiere potenciar en la capital de la Costa del Sol un "ecosistema urbano de innovación y emprendimiento referente a nivel internacional". Pensaba que ya disponíamos de algo similar en el Parque Tecnológico de Andalucía. Sobre todo ahora que, después de tres años de papeleo administrativo, la polémica Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga que exaspera a los arquitectos se ha dignado en aprobar inicialmente el plan parcial para la segunda ampliación de la tecnópolis. Un canto a la agilidad administrativa para que la burocracia no arruine una inversión. Pero no es esta iniciativa la que recorre la mente de Francisco de la Torre. Desde una de las cunas de la industria del País Vasco, nos anuncian el objetivo de montar en Málaga una "Fábrica de Innovación y Emprendimiento". Ahí sólo se puede producir talento contaminante. Con el nuevo modelo productivo, ya podemos desmantelar la cementera.

En el siglo XXI, la riqueza también se mide por los activos intangibles. El valor de la marca, la formación de los trabajadores, los diseños, las patentes, el puro conocimiento. Lo sabe la vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño que quiere ponerle precio porque así España aumentaría con esos conceptos inmateriales su Producto Interior Bruto, y podrá desafiar a todas esas instituciones que dicen que crece menos de lo que presume. ¿Qué sabrán esos tecnócratas europeos del peso de las ideas? Pero que nadie se equivoque. De la Torre no pretende importar un metaverso. Con el mapping de la Catedral y tu torre imaginada se conforma por el momento. Así que el proyecto que se trae entre manos necesita un "único espacio físico" desde el que irradiar la creatividad. La nota municipal no detalla quién pone el edificio o el terreno.

La Mondragón Unibertsitatea, con sede en un pueblo de Guipúzcoa, ofrece hasta diez grados distintos de ingeniería, otro de business data analytics y uno de gastronomía. Que no se diga. Pero el regidor malagueño se ha fijado en el Grado Oficial de Liderazgo Emprendedor e Innovación. Nunca dudaré de las dotes de visionario del alcalde. De la ruina del museo de las gemas nació el polo digital. El concurso público para fichar dos universidades privadas no le convenció. Ahora les hace la competencia y firma directamente un protocolo con una tercera. Y para quién se pregunte si De la Torre en realidad quiere ser de mayor ministro de Educación, alega que el Ayuntamiento tiene entre sus competencias participar en proyectos innovadores y colaborar con instituciones.

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