Ignacio del Valle

Se murió artista

El grandullón que paraba bola a todo el mundo y a todos nos dejaba con la boca abierta

Hay carreras que asombran de lo largas que son. Eugenio Chicano, siempre sorprendía como un marciano. El grandullón que paraba bola a todo el mundo y a todos nos dejaba con la boca abierta. Con las goteras de la edad era de trato y pegar hebra fácil. Incluso a la salida de su estudio a la hora de los rugidos de estómago allende por la República Victoriana. Se le saludaba, respondía y según estuviera el día de dolores de sol la conversación podía durar un par de cigarros. Como pintor, artista y cartelista excepcional alternaba la cercanía con el paisanaje, las cosas de la perra vida con la anécdota o la reflexión viajada y aflamencada, dosificando con El cuentagotas durante años su cosmogonía en la imprescindible columna dominical de Málaga Hoy. Una batallita, una anécdota, unas líneas de un muy viajado que vivió los desastres de la posguerra, las modernidades del 68 con su militancia vanguardista e intelectual intacta. Desde entonces figuró en vida en el santuario del arte pop. Llama la atención la placa en la casa de los mocárabes, la vivienda más singular de la calle Sánchez Pastor y su conexión con Picasso en ese viaje con parada en La Fundación Picasso Museo Casa Natal y aterrizaje en el Museo Picasso Málaga.

Fue en el mismo Museo Picasso Málaga donde Eugenio Chicano allá por el 2011 se marcó una de las performancias más singulares que hemos contemplado. Acordes que todavía se recuerdan y resuenan en las paredes del auditorio de butacas naranjas con un maestro a la guitarra repasando todos los palos del arte y de la vida. El que nació artista, artista se escapó con 83 años vividos a todo color. Cientos de exposiciones y favores.

De su legado hay uno muy particular. Dentro de la cáscara de la almendra histórica hay una recoleta plaza. La plaza del Pintor Eugenio Chicano, también le dicen La Brecha, una rotura en la muralla de lo convencional donde un reducto de creativos persigue la belleza. Artesanos ceramistas, diseñadores gráficos, ilustradores de talento también egresados de la escuela San Telmo como Alberto Villén o Carlos Capella, ganadores ambos de sendos concursos de carteles de la Feria de Málaga. Desde la resistencia del arte siguen la estela de Eugenio Chicano, pedazo de malagueño y persona que casi se lleva todos los reconocimientos y lágrimas en vida. Y eso sí que es una obra de arte.

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