Mitologías Ciudadanas

fABIO rIVAS

Contra los nacionalismos

El me gustan los nacionalismos, ninguna clase de nacionalismo. Desde pequeño, la palabra nación (y nacionalismo y nacionalsocialismo) me evocaba el regusto amargo de la cruel e irracional tragedia de la que Europa acababa de salir. Existen otros términos, para expresar el sentimiento de gratitud con el lugar donde se ha nacido, con los que me siento más cómodo: estado, país, patria, pueblo…

Me explico: el concepto Nación (del latín "natío": nacer, y de la que derivan naturaleza y nacionalismo) hace fortuna política a finales del siglo XVIII, como si con ella se quisiera significar que de la esencia de la madre tierra, de su naturaleza, brotara también el modo de sentir, de pensar, de ser y de actuar, de los que en ella ("de ella") han nacido; es decir, como una comunidad definida por una lengua, unas raíces, una historia, unas tradiciones, una cultura, una geografía, una «raza», un carácter, un espíritu (el Volkgeit, al que se referían los nazis)... específicos y diferenciados. Una puerilidad, por supuesto. Así, el nacionalismo en su acepción más blanda no es más que un naturalismo pueril, y en su acepción más dura un naturalismo rapaz y asesino: puro fascismo.

Cuando alguien grita o alardea de su "nacionalismo", sospecho, huyo de él, porque probablemente o es un insensato de escasas luces que intenta ocultar (o compensar) sus sentimientos de inferioridad bajo el manto protector de unos supuestos valores positivos que naturalmente se derivarían de la identidad supraindividual y colectiva que es la Nación, o pretende amparar y camuflar bajo el almibarado sentimiento nacionalista toda clase de tropelías, lo cual es un modo de decir que el nacionalismo no es más que un almíbar para cazar moscas, y eso en el mejor de los casos…Con razón, Borges decía que el nacionalismo era el canalla principal de todos los males. Y ya que vamos de citas, ahí van algunas: "El nacionalismo inventa naciones donde no las hay" (E. Gellner), "Amo demasiado a mi país para ser nacionalista" (A. Camus), "El nacionalismo es la extraña creencia de que un país es mejor que otro por virtud del hecho de que naciste ahí" (G. Bernard Shaw), "El nacionalismo es particularismo devastador, egoísmo disolvente y factor de debilitamiento democrático, toda vez que defiende la existencia de unos derechos colectivos, proclives a todos los populismos, que casi siempre son incompatibles con los principales derechos individuales" (A. Papell), "El nacionalismo es siempre una tontería, y el nacionalismo étnico, una tontería asesina" (Bernard-Henri Lévy), "El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad" (A. Einstein), "Todo imbécil execrable, que no tiene en el mundo nada de que pueda enorgullecerse, se refugia en este último recurso, de vanagloriarse de la nación a que pertenece por casualidad" (A. Schopenhauer), "El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia" (Unamuno). En fin, para qué seguir. Entre otras muchas cosas, soy y me siento (y estoy profundamente agradecido de ello) algarrobeño, malagueño, andaluz, español, europeo… Pero sobre todo, soy ciudadano del mundo. ¡Imagínense -con ese bagaje- lo que puedo pensar de los nacionalismos!

Sumario: Soy y me siento (y estoy profundamente agradecido) algarrobeño, malagueño, andaluz, europeo… Pero sobre todo, soy ciudadano del mundo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios